
Saludos, pintores frustrados. Ya no me gusta pintar figuritas. Esto lo tengo claro hace tiempo. Mi problema no es esto. Mi problema es que QUIERO pintar figuritas. Pero a mi cerebro le pasa algo chungo, y es que cuando puedo pintar figuritas, prefiero hacer mil cosas antes, aunque sea no hacer nada. Y hay que ponerle remedio, porque tengo miles ejem muchas figuritas y quiero que tengan color.
En su momento me fue muy útil el discurso de Bairrin / http://an-havva.blogspot.com/ donde exhortaba a acabar con la marea gris de forma taxativa y tajante: ¡a brochazos, si hace falta!. El artículo es este, referido a la Guerra en Color.
Por otro lado tengo la inspiradora presencia del señor Namarie, aquel-que-cumple-sus-escaladas, padre de tragones, el que no arde de ira, rompedor de montañas de plástico, que en su artículo Cómo plantear una escalada nos explica el método Nama para acabar con la vergonzosa marea gris.
Seguir leyendo [No estamos solos] La desmotivación para pintar