[Warcry] Informe de batalla: ¡Invasores en las ruinas del templo! (Iron Golems vs Cypher Lords).

Saludos de Marmollicus,

Hoy os traigo un informe de batalla de Warcry en el que se enfrenta mi banda de Enanos del Caos (Iron Golems) contra unos Cypher Lords, en las ruinas de un templo dentro del reino de éstos últimos, donde los caóticos (gracias a un antiguo códice recuperado en sus fronteras, en una batalla anterior) han conseguido invocar a un terrible demonio de la oscuridad y las profundidades del río. ¿Conseguirán huir y ampliar sus rutas comerciales malignas, o los despedazarán por el camino?

Las bandas

Hoy se enfrentan dos bandas, a unos 1000 puntos (más o menos el contenido que viene en las cajas de las bandas básicas). Las fotos están en blanco y negro porque me gusta, pero principalmente porque hay minis sin pintar (esto es así porque forman parte de nuestras respectivas Escaladas).

Bueno, por una parte tenemos la banda básica de Cypher Lords de Minirouro, inspirada en culturas mesopotámicas. Se compone de un líder Thrallmaster (Marduk), una Luminate (Nimrud), dos Mindbound (Sin y Shamas), un Mindbound con espada doble (Lilith), dos Mirrorblade con espada de duelo (Dagan y Baal) y un Mirrorblade con espadón (Nabu). Varios de estos personajes (bastante andróginos) son hermanos o tienen algún tipo de relación dentro de su trasfondo.

Como ya conocéis de otros informes de batalla, estos son mis Enanos del Caos esclavistas (representando a los Iron Golems). Mi banda en esta partida se compone de mi líder Dominar (El Zancudo), un Drillmaster (El Blemio), cuatro Iron Legionaries (Xargon, Urubaba, Lugarbanesh y un esclavo humano de las estepas), un Iron Legionary con Bolas (Jilwamesh, el maestro de esclavos con látigo), y como novedad incluí un aliado mercenario, un Ogroid Myrmydon (Ajash, el demonio del río).

Casualmente encontré a este Guardián de los Secretos de metal de segunda mano, y como es una mini que siempre quise, no dudé en hacerme con ella. Como he dicho antes, esta mini forma parte de mi Escalada particular. En el momento de jugar esta partida, estaba recién despintada y montada, y recientemente la he conversionado poniéndole una peana redonda de 50mm y un escudo bien grandote, de forma que encaje exactamente con la mini oficial del Ogroid Myrmydon. Creo que para una banda de Enanos del Caos estilo mesopotámico, la mini del Guardián de los Secretos encaja muy bien por ese rollo oriental que tiene.

Contexto de la batalla

Hace unos cuantos posts veíamos cómo una pequeña fuerza fronteriza de Enanos del Caos era alertada de una invasión en sus fronteras. Unos extraños estaban merodeando por una aldea abandonada situada cerca de un paso fronterizo. Los esclavistas, tal como les había dicho un explorador hobgoblin (no quiero saber de dónde sacó la información en primer lugar), sabían que allí hubo una biblioteca con libros y documentos valiosos, y fueron corriendo tratando de recuperar unos antiguos códices ocultos en las ruinas. Unos Corvus Cabal venidos de unas tierras lejanas querían robarlos (posiblemente en alguna misión de rescate y exploración), y finalmente… lo consiguieron.

Sin embargo, los Dawi Zharr consiguieron recuperar al menos uno de ellos. No parecería un botín muy valioso, después de todo habían sido derrotados y se habían dejado robar, pero lograron sacarle mucho partido a este trozo de papel. El antiguo documento les serviría para conocer la localización de tribus y otros pueblos y reinos allende sus fronteras, para poder ampliar sus oscuras rutas comerciales o alimentar el latir ininterrumpido de las factorías de hierro.

Así las cosas, organizaron una partida para explorar, expandiéndose hacia donde el códice indicaba que existía un reino de adivinadores e ilusionistas. No se sabe bien si por ocurrencia de algún sacerdote de Hashut, o por iniciativa particular de El Zancudo y sus consejeros ansiosos de capturar más esclavos, el caso es que había una misión secundaria para este grupo: llegar hasta las ruinas de un templo en aquel reino extranjero e invocar a Ajash, el demonio del río de aquellas tierras, que el códice mencionaba como una portentosa fuerza que podía servir a los adoradores de Hashut. Para conseguir invocarle, los enanos tuvieron que llegar a aquellas ruinas y realizar un extraño ritual… ¡algo que consiguieron sin levantar muchas sospechas!

Pero el grito desgarrador de Ajash cuando despertó provocó una gran crecida en los ríos del reino de los Cypher Lords, poniéndolos en alerta. Éstos no dudaron en mandar una partida de exploración a todos los antiguos templos abandonados… Y así, Marduk y los suyos llegaron a las ruinas del templo donde los Enanos del Caos habían invocado al demonio del río, y, entre las sombras, se dispusieron a purgar aquella amenaza. Aquí es donde empieza la partida.

La partida

Como siempre en una partida de Warcry, fuimos sacando las cartas de escenografía, despliegue, misión y giro.

Nos salió esta disposición del tablero. Usamos la escenografía de las «Savage Ruins». Las cartas de ésta mezclan esta escenografía con la de la caja básica de Warcry, y como no teníamos la esceno de la caja básica, decidimos modificarla un poco (cosa que ayudó a situar el lugar en el que los Enanos del Caos habían invocado al demonio). El tablero quedó tal que así:

Abajo a la izquierda está el altar del ritual.

La carta de despliegue fue esta. Un par de destacamentos (los Martillos de ambas bandas) aparecerían en la Ronda 2.

La carta de misión fue la de «Sin Piedad». Un jugador ganaría la partida si conseguía eliminar la mitad o más de los luchadores de la banda rival. Además, a partir de la cuarta ronda de batalla (si la partida no acaba antes), todos los luchadores a menos de 4 pulgadas del borde del terreno de batalla se considerarían como eliminados. Es una condición de victoria bastante clásica: quién más mate, gana.

Respecto al giro, en esta batalla todos los luchadores que reciban una Herida o más añadirán un +1 a sus atributos de Ataques y Fuerza. Esto quedaba bien con el trasfondo de la partida, pues representaba la frustración y rabia de ambas bandas en sus respectivas misiones, incentivadas sin duda por la acumulación de magia en las piedras de las ruinas del templo.

Ronda 1

Aquí tenéis el despliegue inicial (en rojo los Cypher Lords, y en azul los Enanos del Caos).

¡El ritual! ¡Los Enanos del Caos han conseguido invocar al demonio en las ruinas del templo, ante la mirada sigilosa de los exploradores!

Los Cypher Lords se lanzaron rápidamente contra sus enemigos. El guerrero Mindbound, Sin, saltó desde su posición entre las sombras para rebanarle la barba al legionario de hierro Lugarbanesh. Saltó delante de él y esperó, mirándole fieramente antes de alzar sus espadas.

A lo lejos ya venían Marduk el Thrallmaster y Nimrud la Luminate, quién con un Salto Acrobático se colocó lo más cerca de la batalla que pudo. Los Enanos del Caos no podían creer lo que acababan de ver ¡un guerrero estaba volando sin alas!

El Zancudo y Xargón acudieron en asistencia de sus compañeros y defenderían la retaguardia. ¡No podían permitir que dañaran al recién invocado demonio!

Aquí un resumen de los movimientos a la mitad de la Ronda 1.

Al final de la Ronda 1, Ajash acudió en ayuda de Lugarbanesh. El demonio se lanzó contra Baal, un Mirrorblade, que valientemente apostó por luchar contra este ser surgido del ritual y que tanto daño había hecho a todo su reino con las terribles inundaciones.

Ronda 2

Al inicio de la Ronda 2 aparecieron los refuerzos de ambas bandas. En el borde derecho del tablero llegaron El Blemio y el esclavo humano, espoleados por Jilwamesh el maestro de esclavos, quién con su látigo obligaba a ambos a avanzar sin descanso (y quién sabe durante cuantos días…). Por el borde inferior del tablero, llegaron a las ruinas un guerrero Mindbound, Lilith, y un Mirrorblade, Nabu, de los Cypher Lords.

¡Avanzaaaaad! -gritaba Jilwamesh mientras movía su látigo.

Nabu, recién llegado, se lanzó corriendo hacia Urubaba, un legionario de hierro de los Enanos del Caos, a quién sorprendió por la espalda.

Acto seguido, Urubaba se percató de que Nabu se abalanzaba contra él, a lo que reaccionó dándose la vuelta, dispuesto a plantarle cara. No duraría mucho contra aquel especialista en las artes marciales.

¿¡Quién eres tu!? ¡No te entrometas en los asuntos de los Dawi Zharr! -exclamó Urubaba, que gritó a los suyos: -¡Eh! ¡Proteged al demonio!
Mitad de la Ronda 2.

Cerca de allí, el demonio del río elevó su espadón y atravesó en dos a Baal de un solo golpe. El grito de Baal desgarró el corazón de su hermano Dagan.

Por otra parte, el líder de los enanos, El Zancudo, se midió con Shamas, quién con su juego de espadas logró confundirle, profiriéndole profundos cortes que casi acaban con él.

Cerca de allí Nabu, bajo la atenta mirada de Dagan (bañada en dolor por la muerte de su hermano) mató a Urubaba, quién era el enano encargado de vigilar la retaguardia del grupo (ya decidido a huir por donde fuese). Esto dejó al líder de los enanos con la espalda al descubierto…

El líder de los enanos es ahora una presa fácil.

… algo que no impidió que El Zancudo matase de un latigazo a Shamas.

Ambos líderes cara a cara.

El líder de los Enanos del Caos se situó ahora cara a cara ante Marduk, el líder de los Cypher Lords. En una lucha épica, Marduk desplegó todo tipo de ilusiones que desestabilizaron al ya de por sí débil líder de los enanos, que cayó al suelo y mordió el polvo.

¡Parece que los Cypher Lords lo tienen todo bajo control! ¡Se aproxima su victoria sobre estos estúpidos invasores!

Lejos del epicentro de la batalla campal en la que se había convertido todo, Nimrud (una Luminate) se lazó a por Jilwamesh el maestro de esclavos, que para sorpresa de todos los presentes ¡se atrevió a darle batalla! Hay que decir que no salió muy bien parado, recibiendo numerosas heridas. Jilwamesh se retiró mientras ordenaba a sus esclavos que atacaran a la Luminate.

Cuando todo parecía decidido para los nativos de aquel reino, el terrible Ajash avanzó a través de los guerreros enemigos, pero no para combatir… ¡sino para huir!

Con todo el lío de la refriega, finalmente los Enanos del Caos (no me preguntéis cómo, es evidente que el demonio había decantado la balanza a su favor) habían conseguido matar a más de la mitad de la banda de los Cypher Lords, obteniendo así la victoria en la partida. Por suerte para los Dawi Zharr, el único enano vivo era Jilwamesh, el especialista en dominar a los esclavos. Y es que los supervivientes del ritual eran todos esclavos, incluido Ajash el demonio del río. De haber muerto todos los enanos, sus esclavos habrían huido o quizá caído en los dominios de los Cypher Lords, pero por mala suerte para ellos, y mucha suerte para los siervos de Hashut, Jilwamesh había sobrevivido y conduciría a los restos de la expedición hacia las rutas comerciales conocidas, aquellas dominadas por los khanatos hobgoblins y otros aliados del imperio que jamás dudarían de su poder.

Aspecto del tablero al final de la partida, que duró sólo hasta la Ronda 3.

Resultado

Los Enanos del Caos consiguieron no sólo descubrir un reino nuevo allende sus fronteras, donde quizá en algún momento iniciar una expansión o capturar esclavos, sino que además consiguieron alcanzar las ruinas de un templo, realizar un ritual para invocar al demonio del río Ajash (una antigua deidad de la región) y huir de allí antes de que los Cypher Lords pudiesen recuperarse y capturarles. Las graves inundaciones que provocó el demonio al aparecer destrozaron algunas aldeas del país, pero lo que realmente caló en las mentes de los ilusionistas e increíbles señores del engaño fue que ninguno de sus dioses les ayudó a combatir a los malignos servidores de ese tal Hashut. Esta pequeña derrota no representó mucho para la mayoría de ellos (en definitiva apenas habían muerto algunos guerreros acróbatas), pero sí que implicó una vigilancia constante de toda aldea y ruina a lo largo y ancho de aquellas tierras, que durante mucho tiempo se convertiría en un paraje vigilado y peligroso para los pastores y agricultores que tenían la desgracia de habitar por allí (y no les digáis a sus señores que adoran a Sigmar en secreto).

+++

Y eso. En la partida apenas usamos las habilidades, algo que le da mucha vidilla a las bandas. De hecho mi rival usó algunas de las suyas y así pudo contrarrestar la pegada de mis guerreros. El Ogroid es una bestia mala y fue muy fácil ganar en esta misión teniéndolo en mi banda… Con bastantes partidas a mis espaldas, tengo algunos pensamientos que quizá os comparta en otro post. ¿Vosotros cómo veis el juego? ¿cómo son vuestras bandas?

Un saludo de Marmollicus.

Acerca de Marmollicus

"Coge unas minis, píntalas, y no cambies la lista jamás".

Un comentario en «[Warcry] Informe de batalla: ¡Invasores en las ruinas del templo! (Iron Golems vs Cypher Lords).»

  1. Interesante batalla esa, y no crei que Warcry fuera tan sensillote de jugar, a la espera de montar mis Unmade (no-hechos? des-echos?).
    y aunque al inicio me costo un poco pillarle con lo de las fotos en BN, al final se agradece para ubicar bien las minis.
    8/10
    por ahi en lugar de llegar al BN, des-saturarlas pero sin llegar a BN, y pintar como pintaste las 2 bandas, asi se percibe algo de color en el tablero, pero se identifican las bandas

Deja una respuesta