[Warhammer] Informe de Batalla: Altos Elfos (Mathy) vs Caos (Namarie), parte 3: Turnos 4 a 6

Saludos, Señores de la Guerra.

Tercer y último post relatando la batalla entre los Altos Elfos de Mathy y el Caos de Namarie, para Warhammer Sexta Edición (usando Manuscritos de Nuth).

Turno 4 Engendros

El cuarto turno del Caos empezó con la carga que finalmente realizó el Engendro de Slaanesh sobre los Malditos que quedaban. Realmente parecía que esa unidad estaba maldita de verdad… En el combate subsiguiente el Engendro recibió dos heridas sin realizar ninguna, pero se negó a dejar paso a la unidad del caos.

Nama-Nota. Sí. Otra vez. Engendros atacándome. Oooh, qué sorpresa….

Turno 4 Caos

Las tropas de mi rival superaron los chequeos de terror del Fénix (a partir de ese momento ya ninguna tendría que chequear de nuevo, puesto que dicho chequeo solo es necesario hacerlo una vez por partida) y los Mastines (1) no consiguieron encontrar el valor para reagruparse y abandonaron la batalla.

Aunque Nama se moría de ganas de cargar de una vez y entrar en combate, todas mis unidades se encontraban, o demasiado lejos, o fuera de sus ángulos de visión, por lo que se tuvo que conformar con realizar un turno de movimiento de pivotajes y ajustes. Por un lado, el Bruto Despedazador se acercó a los Malditos mientras los Mastines (2) buscaban la espalda a la Guardia del Fénix . Los Bárbaros se giraron para encararse a mi Fénix mientras que el Templete, los Elegidos y los Reyes Pútridos, cerraban la trampa sobre los exaltados Yelmos Plateados.

A diferencia del turno anterior, mis magos impidieron que el Hechicero de nivel 1 de Nama lanzara su Bola de Fuego. Y pasamos al combate.

Los Caballeros del Caos decepcionaron este turno a Nama al no conseguir matar ni un triste León y, a pesar de que mis tropas demostraron ser igual de inoperantes en combate, el resultado de cero heridas por bando me benefició, e hice huir a los jinetes gracias a que Nama sacó nada menos que un «12» en su tirada de moral. Los perseguí con ambas unidades, pero no logré alcanzarles.

Nama me pasó el turno todavía sin poder creerse la ineptitud de sus Caballeros.

Nama-Nota. Seguí intentando prepararme el centro (que aún podía recuperar) y mi flanco izquierdo. Mi intención de hacer carga conjunta de Malditos y Bruto se había ido a la mierda «gracias» al engendro de Slaanesh. Pero aún podía hacer algo. Lo que ya me desesperó fue ver cómo los Caballeros del Caos (tíos con HA5 F5) no hicieron NADA contra los Leones. Ya, ya sé que «la mala suerte» es muchas veces excusa de mal perdedor. Pero es que ya llevábamos toda una racha.

Turno 4 Altos Elfos

Las aguas del Pozo de Corrupción volvieron a estar en calma este turno. Parece ser que tras liberar todo ese poder incluso el escenario queria seguir atento al destino de los Yelmos Plateados.

Había llegado el momento de rescatar la Guardia del Fénix del olvido. Un Bruto Despedazador, una enorme monstruosidad del Caos que tiene un vínculo especial con un gran guerrero (en este caso, el Paladín Legendario) se alzaba poderoso frente a ellos mientras la unidad de Malditos se afanaba intentando liquidar al Engendro que les estaba retrasando. Declaré una carga con esa unidad al Bruto y otra con los Leones supervivientes hacia los Caballeros que huían con intención de sacarlos del tablero. Y funcionó, al menos esa parte. El monstruo del caos se encontraba demasiado lejos y la carga de mi infantería resultó fallida.

Estuve dudando bastante si cargar con el Fénix a la unidad de Bárbaros. Eran solo 12 en 2 filas, pero partían con un +2 al combate y, en caso de que hubiera un músico entre ellos me ganarían con solo fallar 2 de mis 4 ataques. Era arriesgado y no quería dar puntos fáciles, así que lo moví al otro lado del Pozo de Corrupción para amenazar con su movimiento de vuelo. El Escolta Celeste avanzó buscando el flanco de la unidad de Reyes Pútridos con su arco gigante y el Dragón volvió a situarse en la colina fuera de la vista de la infantería monstruosa. Finalmente, los Yelmos avanzaron todo lo que pudieron para intentar escapar de la trampa que el caos estaba cerrando sobre ellos.

En la fase de magia, el Mago Dragón no lanzó hechizo alguno y se concentró en mantener activa su Espada Ígnea, pero el otro hechicero consiguió lanzar con éxito un Rayo Múltiple y acabar con los dos Mastines que quedaban.

La fase de disparo era clave en este turno. Yo estaba seguro que los Yelmos Plateados habían quedado fuera del alcance de los Guerreros Elegidos dado su movimiento de 10cm, pero no estaba tan seguro de que hubieran hecho lo mismo con los Reyes Pútridos, que en esta versión cargan 24cm. Así que dediqué mis esfuerzos a intentar provocar el pánico entre sus filas a base de proyectiles. Por suerte, contaba entre mis recursos con nada menos que dos armas que causaban heridas múltiples y estaba convencido que lo lograría. Primero disparó el Escolta Celeste pero falló miserablemente. Luego disparó mi Mago Dragón y consiguió impactar y herir al primer monstruo, pero la gruesa piel del segundo impidió al virote seguir atravesando filas. Lancé 1D3 para ver si había matado al menos una miniatura de las 4, pero no fue así, solamente le causé una herida. ¡Una pena! Parece que los proyectiles no dejarían de decepcionarme en esta partida.

Algo triste por el destino de mi caballería, le pasé el turno a Nama.

Nama-Nota. Mathy había adivinado mis planes para la Guardia del Fenix. Lógicamente… puedo considerarlo una vil rata sucia y traidora aunque se disfrace de elfo, pero tonto, precisamente tonto, no es. Por suerte los Fénix estaban muy lejos y no pudieron cargar. El Fénix de Fuego se situó entre mis líneas (cachis…) pero el Terror, con el General cerca, no me preocupaba tanto. Si todo iba bien este turno podía hacer algo interesante…

Turno 5 Engendros

Antes que nada, el último Engendro del tablero fue destruido por los Malditos, que por primera vez en la batalla cataron la sangre.

Luego, un nuevo Engendro del Caos surgió de entre las aguas del Pozo de Corrupción y buscó con la mirada algún ser vivo que devorar. Rápidamente, un bárbaro cercano al lago recogió una piedra mientras murmurava…»Como esto me salga bien, me hacen general». El humano, lanzó la piedra tan fuerte como pudo en dirección al Fénix que los estaba mirando con cara de irritación. Inmediatamente, el Engendro giró sobre si mismo al oir el repicar de la piedra contra el suelo a sus espaldas y salió disparado en esa dirección. Rezando para que el Engendro interceptara al pajaro de fuego antes de que alzara el vuelo contra ellos, el pelotón de bárbaros contuvo el aliento…

Nama-Nota. ¡No me lo podía creer! Parecía que la mala suerte que llevaba en toda la partida se había terminado… Los Malditos terminaron con el Engendro y salió otro engendro que (por reglas del escenario) controlaría yo.

Turno 5 Caos

Por suerte para mi, Nama sacó un resultado demasiado bajo para que el Engendro se trabara con el Fénix. Pero estuvo cerca. En el otro lado del tablero, los Reyes Pútridos cargaron contra el flanco de mis Yelmos Plateados que en su euforia, no le dieron ninguna importancia.

El Templete se acercó todo lo que pudo al combate para ayudar, mientras los Elegidos daban media vuelta una vez más buscando un enemigo al que aniquilar. El Bruto Despedazador retrocedió, pero solo un poco. Supongo que Nama quería atraer a mi Guardia del Fénix a una trampa, mientras los Malditos se acercaban por el flanco.

Al final resultó una buena idea acercar el Templete al combate entre los Reyes Pútridos y los Yelmos, puesto que los servidores del caos fallaron un montón de tiradas para impactar que pudieron repetir gracias a su presencia. Mi caballería, apalizada hasta la saciedad, logró salvar varias heridas fatales gracias a su armadura, pero cuando se disipó el polvo del combate solamente dos de ellos seguían en pie. Justo en ese momento, el poder en bruto que corría por sus venas se desvaneció, y la locura se abrió paso como un taladro en las mentes de los supervivientes, que salieron corriendo para perderse en los desiertos del caos. Jamás se volvería a saber nada de ellos. Los Reyes Pútridos, satisfechos, los persiguieron un rato y se hicieron con su brillante estandarte como recuerdo.

Y hasta aquí llegó el quinto turno del Caos.

Nama-Nota: ¡Lástima de la tirada del engendro! Habría sido muy divertido ver que uno de esos bichos se enzarzaba en un combate contra el Fénix y lo dejaba inutilizado… Por otra parte, el Templete fue providencial para que los Reyes Pútridos hicieran papilla de elfo. La unidad de ruptura enemiga estaba muerta, y a mí me quedaban dos unidades principales (Reyes y Elegidos), el Templete y el Bruto. La mala suerte me había abandonado 🙂

Turno 5 Altos Elfos

Al inicio de mi quinto turno, las aguas del Pozo de Corrupción volvieron a la calma. Parecía que el propio campo de batalla contenía el aliento esperando el turno decisivo. Y los Altos Elfos no pensaban defraudarle.

En el centro, el afortunado Fénix que había quedado fuera del alcance del nuevo Engendro, cargó contra el flanco de la unidad de Bárbaros, que superaron su chequeo de miedo y se prepararon para el combate. A su derecha, la Guardia del Fénix hizo lo propio y cargó contra el Bruto Despedazador, con el Noble que les lideraba al frente. Finalmente, en el flanco oeste, el Mago Dragón y el Escolta Celeste, hartos ya de su escasa puntería, decidieron coger el toro por los cuernos y cargar, en este caso al Templete del Caos.

Los dos Leones de Guerra que quedaban volvieron al campo de batalla tras la persecución del turno anterior, con las panzas llenas de Caballeros del Caos, y los Arqueros no se movieron.

En las fases de magia y de disparo concentré todos mis esfuerzzos en eliminar a los 5 Malditos que, si no era capaz de hacer huir al Bruto Despedazador, iban a caer sobre flanco de mi unidad de infantería. Pero por mucho que lo intenté, ni uno solo de esos seres mutados cayó bajo mis ataques.

Por suerte, mi fase de combate fue mucho mejor. Por un lado, mi Fénix acabó con 2 Bárbaros y, gracias al bono de atacar por el flanco (esta versión tiene potencia de unidad 5, por lo que anula filas y gana el bono de ataque por el flanco/retaguardia), les desmoralizó. El ave persiguió a sus enemigos y acabó con toda resistencia organizada en el proceso. Justo a su lado, a pesar de sus alabardas, la Guardia del Fénix y su Noble no pudieron causar ni una sola herida al Bruto gracias al vínculo que la bestia tenía con el Paladín Legendario y que le confería una habilidad sin igual para el combate. A pesar de perder a 3 elfos, gané el combate por 2 puntos, pero el monstruo se negó a marcharse.

La última carga, en cambio, redimió el turno elfo. El Escolta Celeste volvió a impactar seis veces al chocar contra el Templete y ni siquiera su R6 y su TSE 4+ pudieron evitar que le infligiera 3 heridas hasta casi destruirlo. Luego vino el turno de mi Mago Dragón, que con su espada llameante acabó de inutilizar completamente la montura del Hechicero. A este no le importó mucho, o al menos durante mucho tiempo, puesto que el Dragón Solar se lo zampó a continuación de un par de mordiscos. La contemplación de tan terrible final fue demasiado para los cercanos Reyes Pútridos, que vieron como su valor se evaporaba de repente y salieron por patas. Ellos y el Estandarte de Ellyrion capturado, por supuesto.

Y llegamos al final del turno. ¡Menuda masacre! La verdad es que la dureza del Templete me pilló por sorpresa y durante unos momentos pensé que resistiría, pero al final la carga combinada pudo con él. Es cierto que no me esperaba que el Bruto resistiera el embate de mi infantería, pero el pobre superó un chequeo de desmoralización y una de pánico el mismo turno… Se lo había currado.

Le pasé el turno a Nama, que estaba ansioso por destrozar elfos con sus Malditos.

Nama-Nota. Oh. Espera. ¿Quién ha sido el idiota ese que ha dicho algo de «la mala suerte»? Yo no, ¿eh? Seguro que ha sido un skaven que me ha cogido el teclado mientras yo no miraba… En fin. Esto ya estaba terminado. La barquita y el periquito de nuevo 6 impactos por carga. Los Reyes Pútridos fallando un pánico a 9’s. El Templete, muerto. El mago, muerto. La unidad de bárbaros, aniquilada (bueno, esto ya formaba parte de mis planes). El engendro, sin hacer nada trabado en terreno difícil. La verdad, llegados a este punto ya tenía asumida la derrota…

Turno 6 Caos

Mi último turno. No podía hacer gran cosa

El Pozo de Corrupción seguía en calma, sin duda decepcionado por la actuación de sus adoradores en la batalla. Ya quedaban muy pocas tropas del caos sobre el tablero, pero finalmente una de ella estaba en la posición perfecta para machacar elfos.

En esta versión de los Malditos, cada guerrero sigue siendo una máquina de matar, con 1D3 ataques, y al inicio de la partida habían conseguido poder de penetración (uno de los peores resultados en su tabla de «recompensas»). No era lo mejor, pero sin duda era suficiente para aniquilar a mi unidad de Guardia del Fénix de un plumazo. Nama declaró la carga y yo le recordé que mis tropas causaban miedo. Confiado gracias a su alto liderazgo (Ld8) y a su marca del caos absoluto (puede repetir los chequeos de psicología que falle), Nama lanzó los dados y sacó un 9, un resultado del todo insuficiente. Los volvió a lanzar y sacó un 11… Y empezó a arrancarse los pelos de las sienes.

Los Guerreros Elegidos se giraron con cuidado de no entrar en el ángulo de visión del dragón, y pasamos al combate contra el Bruto. Esta vez, mis alabarderos mejoraron y le causaron 1 herida y el monstruo reaccionó acabando con la vida de mi Noble. A pesar de eso gané el combate y esta vez el monstruo resultó desmoralizado. Consciente de que ya no se reagruparía, lo dejé ir.

Nama me cedió el turno mientras murmuraba cosas…

Nama-Nota. Bueno. Ya estaba. En mi último turno no podía hacer gran cosa. Si encima los Malditos fallan dos tiradas a 8’s… Si al menos el Bruto hubiera aguantado y no hubiese empezado a huir en el último turno… Bueno. Era el último turno. Podría haber sido distinto, pero fue así.

Turno 6 Alto Elfo

EL Pozo de Corrupción se había secado. Las bocas que sobresalían del Monolito del Caos, habían dejado de lamentarse. El valle entero asistía en silencio a los últimos movimientos de las maniobrables tropas élficas mientras destruían una a una la última resistencia que se les oponía. Tan solo el orgulloso Paladín Legendario del Caos, al mando de su tropa de Elegidos, seguía en pie, esperando ya su final a manos de esos demonios de orejas puntiagudas. Ordenó el alto a sus tropas y dejó que los elfos lo rodearan, consciente de que era imposible que sus acorazados hombres a pie dieran alcance a esos ágiles seres. Con un grito, encomendó su brazo a los dioses del caos y los maldijo en esa hora desesperada, mientras las tropas Asur caían sobre su unidad desde todas las direcciones…

Realicé los movimientos necesarios para poner a mis tropas fuera del alcance de los Elegidos y poder concentrarme en lo que le quedaba a Nama sobre el tablero. En la fase de magia, mi Mago Dragón lanzó una Deflagración Infernal que mató a dos Malditos y, para variar, el resto falló su chequeo de pánico (las 2 veces) y se largaron. Al sur del Pozo, el Escolta Celeste mató al último Engendro con su arco gigante.

Nama-Nota: Pocos Malditos que quedaban, y encima me los mata. Sucia rata traidora. La próxima vez, venceré. Nurgle lo sabe…

El General del Caos y sus Elegidos rodeados por todas partes se disponen a morir luchando por sus adorados dioses oscuros

Resultado final y conclusiones de Mathy

Y así acabó la partida. Nos dispusimos a contar los puntos de cada bando y comentar las unidades que probamos.

RESULTADO: Añadimos los puntos por cuadrantes, unidades destruidas y Engendros y nos salió un resultado de 1810 puntos para los elfos contra 647 puntos por el caos. Lo que significa que había derrotado a Nama por una VICTORIA DECISIVA. Los Asur habían derrotado claramente al Caos en su terreno, y se entonarían canciones a su vuelta a Ulthuan.

COMENTARIOS FINALES: Bueno, hay muchas cosas que decir, a muchos niveles. Intentaré ser un poco ordenado.

Primero de todo explicar el por qué de un resultado tan abultado. Si os fijais bien, ya desde el inicio, viendo las listas de ejército, se podía intuir que Nama iba a sufrir una derrota, ya fuera por poco o por mucho. Era prácticamente imposible que un ejército como el suyo pudiera hacer algo a uno como el mio, y dudo que yo hubiera podido hacerlo mejor. Hay varias explicaciones para ello, y me gustaría ofreceroslas.

El objetivo de Nama y el mio a la hora de hacer las listas era el de incluir el mayor número de adaptaciones (con las versiones que tenemos en las propuestas, claro) para poder probarlas. A eso le tenemos que sumar que Namarie se tomó completamente en serio el tema de jugar con miniaturas pintadas, mientras que yo usé incluso varios «cuenta como» entre mis unidades. Y encima estaba el escenario, por el que pensamos que sería excelente que usara su ejército del Caos puesto que la batalla se iba a desarrolar allí. Total, que por una cosa y por otra, creo que Nama se acabó haciendo la picha un lio y se presentó a luchar con un ejército erróneo. Y lo digo así de claro. Su lista… está mal.

Se trata de una lista defensiva, con infantería muy pesada y lenta… que no tiene nada que defender. No tiene proyectiles ni magia que amenacen al enemigo desde lejos. El escenario tampoco consiste en conquistar y mantener una porción del tablero. Entonces… ¿Qué es lo que impide que el enemigo decida no ir hacia el combate contra esas unidades tan pesadas y lentas? Pues en realidad nada. Y ese es el problema. Los Elegidos de Nama se pasaron la partida entera como los espectadores en un partido de tenis, viendo como una y otra vez mis tropas cargaban a izquierda y derecha sin acercarse en ningún momento lo suficiente a ellos como para ponerse en peligro. Y hubiera sucedido lo mismo con los Reyes Pútridos si los Yelmos no hubieran quedado en una posición tan comprometida.

Lo curioso del caso es que esta lista no es TAN diferente de la que Nama usó para ganar el Torneo de Corredores 2018. Pero justamente esos pequeños cambios hacen que una lista ganadora se convierta en un churro. Ambas listas son de infantería, ambas con el Templete. Ambas tienen unidades de Guerreros a pie, y de Caballeros. Ambas tienen una unidad de infantería monstruosa, y unidades de 12 bárbaros. ¿Y entonces, por qué es tan diferente? En primer lugar, la lista de Corredores llevaba un mago de nivel 4 y uno de nivel 2. La de hoy solo levaba un triste portapergaminos de nivel 1. En eso Nama y yo disentimos. Yo NUNCA pongo magos de nivel 1, puesto que como generas 3 dados de magia y solo puede lanzar 2 para su hechizo, me molesta que me sobre un dado. Nama prefiere ahorrar que pagar los 35 puntos que le cuesta subir a nivel 2, puesto que defensivamente no mejora en nada. Son opiniones. Pero lo que si que no se puede negar es que con la magia que llevaba en la primera lista obligó a su rival a ir a por él, mientras que con la de hoy no me hacía ni cosquillas.

Otra diferencia clave es la movilidad. La lista original de Nama llevaba un Demonio Mayor volador, mientras que esta todo lo que tenía volador eran las Furias. Ni punto de comparación sobre lo que pueden hacer uno y otro en combate.

Y finalmente la última diferencia es el dios al que servían. La lista de Nama de hoy era del Caos Absoluto y aunque eso le permite repetir los chequeos de psicología fallados, Nama ha tirado tan mal, que causar miedo directamente como hacía su ejército de Nurgle le hubiera evitado un montón de problemas, como cuando los Malditos se negaron a cargar contra el flanco desprotegido de la Guardia del Fénix. Creo que sus dados, tras jugar con Condes, Khemri y Nurgle, están demasiado mal acostumbrados. Los va a tener que recalibrar…

Si dejamos todo esto a parte, Nama no jugó mal en ningún momento. Lo que hizo, lo hizo bien. Cerró la trampa sobre los Yelmos y resistió hasta el final dignamente, aunque me temo que el resultado ya estaba escrito antes de empezar. Yo llevé la iniciativa en todo momento, decidí cuando cargar y cómo hacerlo, y Nama no podía hacer nada por evitarlo. A ver, yo creo que quizá debería haber desplegado sus Mastines en los flancos, junto con el Bruto Despedazador, para tener algo más de movilidad allí y evitar que yo volara con facilidad. Pero su lista era muy complicada de jugar, y encima creo que no se dió ni cuenta hasta bien entrada la partida.

En cuanto a la mia, os diré que hay algunas cosas que no me gustaron. Principalmente la magia. Me gasté un montón de puntos en ganar más dados de magia a pesar de los pocos conjuros que conocían mis magos, y los desaproveché a manos llenas. El estandarte de Saphery está muy bien, pero en esta lista sobra. Igualmente os digo que el Honor de Ungido de Asuryan es muy chulo, pero si no lo pones en un príncipe acabas teniendo un noble con 2 heridas y R3, una TSA 5+ y una TSE6+, y eso es un poco pobre.

Respecto a mi ejecución, me ha parecido bastante bien realizada, aunque mejorable. Mi flanco izquierdo ha funcionado como un reloj, pero si no llega a ser por el Engendro de Tzeench, las Furias de Nama se hubieran zampado a mis Arqueros en turno 2, y con ellos a mi Mago. Si hubiera desplegado el Fénix en ese flaco los hubiera protegido perfectamente. En cambio, el plan con los Yelmos y el Estandarte de Ellyrion ha funcionado a la perfección, y el Pozo de Corrupción puso el resto del relato dándoles dàdivas infernales. Sencillamente genial.

Finalmente, respecto a las unidades que hemos probado, tengo que decir que me han encantado. El Escolta Celeste, que no me gustaba un pelo ahora me encanta por que da una versatilidad al ejército muy ventajosa. El Fénix, con su nuevo coste es una pasada, aunque tengo que aprender a usarlo por que siempre me da la sensación que lo desaprovecho. El nuevo honor es genial, y los Leones necesitan un poco más de reflexión por que son extremadamente buenos. La nueva versión del Mago Dragón me parece equilibrada, especialmente gracias a su baja HP, como he podido comprobar. En lo que concierne al caos, el Templete es sencillamente perfecto, sin ser al absurdidad que era antes. Los Malditos me han gustado mucho por que son algo diferente (mucho ataques de poca fuerza, ideales para apoyar y matar cosas como enjambres, goblins o esclavos skavens), el Bruto es un monstruo barato de enorme fuerzay su habilidad de igualar su HA y Ld al del comandante es muy original. Las Furias eran muy pocas y no han funcionado correctamente, pero son muy resistentes a los disparos ligeros, ideales para acabar con dotaciones de máquina de guerra. En definitiva, me muero de ganas de presentaros todo nuestro trabajo. Prometo que será pronto.

Y hasta aquí el informe de hoy. Espero que lo hayais disfrutado. Ya sabeis… a Warhammer se aprende jugando….

¡Hasta pronto!

Comentarios finales de Namarie

Siempre es un placer jugar contra Mathy. Él hace tiempo me explicó dos «trucos» que hace cuando juega a Warhammer. El primero (fácil para cualquier jugador mínimamente experimentado) es pensar a dos turnos vista. Es decir, pensar qué harás este turno, y el siguiente, y el siguiente. Otra cosa que me comentó es que él siempre hacía tres o cuatro listas de lo que creía que iba a llevar el oponente, y luego hacía una lista capaz de enfrentarse a esas listas.

Bien, yo no hice lo segundo. No pensé bien en cómo jugaría Mathy. Bueno, miento: creí que Mathy iba a ir a saco a por los Monolitos, por lo que mi ejército no podía irse a cazar conejos mientras Mathy ganaba puntos de 300 en 300. Iba a dejar un núcleo fuerte cerca de los monolitos y varias tropas móviles a cazar sus apoyos. Mi lista era así, aunque puse muchas cosas porque las tenía pintadas y porque quería probarlas. Ahora veo que tendría que haber abandonado los apoyos de infantería (no necesitaba 2 de Guerreros más los Malditos más los Reyes más las dos de Bárbaros… para defender un monolito). Pero es lo que tenía pintado. Si hubiera tenido pintado el segundo carro, la segunda unidad de caballeros y los jinetes bárbaros, habrían estado en la lista. Pero… hace tiempo me comprometí a jugar con todo o casi todo pintado. Y así lo hago. Hice un plan de batalla y me planté con todo el ejército pintado.

¿Y qué pasó? Que Mathy ignoró el monolito. Ignoró el objetivo y se dedico a jugar «estilo silvano», eliminando apoyos uno a uno, gracias a una lista muy móvil, bichos voladores que anulan filas y unos movimientos inteligentes.

Mi lista no estaba optimizada, pero creo que la jugué bien. Si los dados hubieran acompañado, el resultado habría sido muy, muy distinto. Él con dos Engendros que no hicieron nada, yo con varios engendros que desmontaron mi línea (no uno, sino dos cargando a mi carro). Su carro causando 6 impactos (Dos veces), el mío un triste impacto. Chequeos de miedo y pánico fallados (en serio, si los Reyes no hubieran huído y los Malditos hubieran cargado por el flanco a la Guardia del Fénix…). Las Furias matando un triste arquero. Y sobre todo, ese maldito pozo que dio Furia Asesina (y F+1) a sus Yelmos Plateados. La suerte estuvo de su parte.

No estoy diciendo que perdiera por mala suerte. La lista de Mathy era mejor pensada. Mathy jugó mejor (aunque jugó con proxys y sin pintar). Pero eso con suerte «equiparada» entre los dos, habría sido (creo yo) un empate.

Sin embargo, pese a haber perdido, me queda un muy buen sabor de boca. Porque me lo pasé teta (la imagen de los Yelmos enfurecidos mola mil), el escenario era espectacular, y saqué varias conclusiones. La primera es que los Dioses me han castigado por abandonar a Nurgle. Eso lo tengo claro. Caos Absoluto me parece una marca mejor a todas luces que Nurgle, pero voy a volver a Nurgle. El segundo, es que los apoyos voladores son muy, muy buenos en este juego. Y no hablo de las arpías (por cierto, tengo que meter más arpías). Los monstruos que vuelan, especialmente si tienen potencia 5, son MUY buenos.

Y lo que más me ha gustado es poder comprobar cómo los cambios que hemos introducido en MDNR (y las Propuestas que veréis en breve) consiguen que hasta un ejército «malo» como son los Altos Elfos, en buenas manos, sean una apisonadora.

Sobre todo si ganan furia asesina 😛

Acerca de Namarie

Multifriki, aficionado al cine, a los cómics y a los wargames, en especial Warhammer (Fantasy). Co-creador de Cargad y creador de los Manuscritos de Nuth.

7 comentarios en «[Warhammer] Informe de Batalla: Altos Elfos (Mathy) vs Caos (Namarie), parte 3: Turnos 4 a 6»

  1. Me he permitido rebuscar un poco en la bandeja de entrada Nama. Cito:

    «Que no veo en tu mail que te pares a pensar que va a jugar él. Creo que aparte del Mago Grifón, lo que más papeletas debería tener es la Guardia del Mar con un personaje con el Honor, para coserte a disparos. Y aunque no sea nuevo, caballería o carros para obligarte a abrirte. Él debería evitar el templete porque se le va a hacer cuesta arriba, pero si te causa algún pánico lo tiene muy de cara. Creo que un cañón infernal podría amargarle el día, pero entiendo que no tienes la mini, y además come dos singulares.»

    Parece que no iba tan descaminado. Mago Dragón, algo de disparo, caballería, como carro el escolta, evitar el templete hasta verlo claro, y causar pánicos. Rojo con lunares blancos o morados…setas sombreroloco. 😛

    Buen informe y buena partida, me ha gustado mucho el escenario, obliga a ir modificando el plan e improvisar.

    Cordo

  2. La verdad es que ha molado un monton… si tuviera que añadir mas cosas… hubiera hecho mas fotos que lo hubieran ilustrado bastante. Me habeis hipeado… hora de buscar enanos y completar ejercito xD.

  3. Buenas, Me encanto el informe. Enhorabuena por el currazo de redacción. Yo también he caído gracias a vosotros y estoy retomando mis ejercitos de 6º edición. Juego obligandome a estas dos premisas: (y a mi rival también jeje)
    Máximo 2 unidades iguales y escenarios que no sean batalla campal.

    La primera premisa me fuerza a variar las listas de ejércitos y confiar en otras unidades Quemado estaba ya de la guerra de apoyos y pantallas. Ahora sigue, por supuesto, es 6º edición, pero no de manera tan intensa.

    Un saludo.

  4. Genial. Me ha encantado.

    Recordad revissr Ulric en lo nuevo del imperio.

  5. Increible la batalla la verdad. Menudo cirujano Mathy. Bisturí de precisión y por partes, como decía al principio del informe.

    Se aprende mucho con vosotros y además es muy divertido. Gracias.

  6. Como siempre es una gozada leer estos informes de batalla. Dan ganas de ponerse a pintar todo lo que esta pendiente (y que cada vez es mas)

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