[MDNR] Informe de batalla: Hordas del Caos de Khorne vs Skaven by Mathy

Saludos, señores de la guerra.

Aquí os traigo el segundo (de tres) informe de batalla de Mathy.

Espero que os guste.

Hordas del Caos de Khorne vs. Skaven

Escenario: Sangre y Gloria

En este escenario se adjudican puntos adicionales por eliminar a determinadas miniaturas del enemigo. La muerte del General enemigo otorga 200 puntos adicionales mientras que la muerte de 2 personajes/unidades con estandarte más aumentan esa cuenta en 150 puntos cada una. Para esta partida, mi contrincante eligió a su Heraldo de Khorne Portaestandarte y a la unidad de Guerreros del Caos. Yo, por mi parte, elegí al Ingeniero Brujo que lideraba la unidad de Esclavos y la unidad de Guerreros de Clan que acompañaba al segundo Ingeniero. Eran las unidades que tenían menos probabilidades de entrar en combate, por lo tanto, las que tenían más posibilidades de no ser masacradas por esos fanáticos adoradores del Caos.

Segunda partida y me tocaba lidiar con un ejército del Caos temático de Khorne… Supongo que me creereis cuando os diga que estaba un poco cagado. Mi contrincante, Francesc, era un chaval de 22 años que acababa de masacrar a Namarie sin piedad, y que pese a su juventud, tenía la cabeza muy bien amueblada y unos conocimientos que me sorprendieron. Os adelanto ya que fue un verdadero placer y todo un reto jugar contra este rival, y dejar claro que estoy a su disposición para repetir el dia que él quiera, a pesar de los sudores que te entran cuando se te acercan 5 caballeros elegidos de Khorne. Un verdadero placer y un buen reto a la vez.

Respecto a mis pensamientos antes de iniciar la partida, estaba claro que yo partía con cierta desventaja, puesto que este escenario consistía en matar, y no hay nadie que mate mejor que un seguidor de Khorne. Ya me había enfrentado antes a ejércitos dedicados por entero al Dios de la Sangre, y hay algo en lo que siempre destacan. Sus puntos fuertes son, su pegada superior, su inmunidad a la psicología, su alta resistencia a la magia y su buena maniobrabilidad. Pero todas estas ventajas se cobran un precio. Las desventajas de este ejército tampoco son menores, puesto que las unidades inmunes a la psicología no pueden huir como reacción a una carga. Y la furia asesina obliga a cargar y a perseguir/arrasar en caso de ganar un combate. Todo ello sumado a que suelen ser tropas caras en puntos, por lo que al igual que contra los Ogros de la partida anterior, yo tendía muchas más miniaturas encima de la mesa que mi oponente.

Está claro que contra un ejército de Khorne, si vas de frente, te van a apalizar. A no ser que seas enano, sus tropas acorazadas tienen tal pegada que pocas posibilidades vas a tener de soportar la avalancha de golpes. Y no digamos si eres skaven, con la poca capacidad de lucha que ofrecen las ratas. Así que mi plan va a consistir en seleccionar bien los combates, rehuir aquellos en los que no crea tener posibilidades y enfrentarme a aquellos que sí crea poder vencer. Para ello voy a tener que sacrificar un montón de gente por el camino, pero ya sabeis que eso no me importa en absoluto… por algo son ratas.

El campo de batalla consiste en dos grandes cráteres en el flanco izquierdo que consideraremos terreno difícil, cuatro muros por el centro y una colina rocosa por la derecha también considerada terreno difícil.

Hordas del Caos de Khorne

General: Francesc

  • G – Comandante, Señor del Caos. General Marca de Khorne. Juggernaut. La Mirada de los Dioses. Lanza de caballería. Escudo 347 points
  • H – Heroe, Heraldo Demoníaco Marca de Khorne. Portaestandarte de Batalla. 135 points
  • GdC – 15 Básica, Guerreros del Caos Grupo de Mando completo. Marca de Khorne. Escudos. 300 points
  • JB – 5 Básica, Jinetes Bárbaros 65 points
  • Cab – 5 Básica, Caballeros del Caos Grupo de Mando completo. Elegidos. Marca de Khorne. 270 points
  • C – Básica, Carro del Caos Marca de Khorne. 120 points
  • MdK – 5 Especial, Mastines de Khorne 80 points
  • Des – 19 Especial, Desangradores de Khorne Grupo de Mando Completo 331 points
  • F – 5 Especial, Furias 75 points
  • E – 3 Singular, Estrujasangres 240 points 

Total: 1963 points

Skaven

General: Mathy

  • G – Jefe de Guerra, Comandante General. Alabarda. Armadura de Disformidad. Amuleto de Piedra Bruja. Palanquín 221 points
  • I1 – Ingeniero Brujo 1, Heroe Condensador mejorado. Acumulador sobrealimentado. Armas de piedra bruja. Espíritu de las Tormentas. 110 points
  • I2 – Ingeniero Brujo 2, Heroe Condensador mejorado. Acumulador sobrealimentado. Armas de piedra bruja. Pergamino de dispersión. 110 points
  • S – Sacerdote de Plaga, Heroe Espada Pútrida. Brazaletes de Poder. 120 points
  • Ali – 18 Guerreros Alimaña, Básica Grupo de mando completo. Estandarte de guerra. Picadora de la condenación. Escudos. 210 points
  • Pi – Picadora de Condenación, Grupo de apoyo 30 points
  • Clan – 20 Guerreros de Clan, Básica Grupo de mando completo. Amerratadora. 125 points
  • A – Amerratadora, Grupo de apoyo 60 points
  • Escl – 20 Esclavos, Básica Músico 44 points
  • C – 5 Corredores de Sombras, Básica Estrellas arrojadizas. 35 points
  • RGi – 21 Ratas Gigantes, Básica 3 packs = 18 ratas+3 señores de las bestias 90 points
  • H – 3 Hordas de Ratas, Básica 135 points
  • E – 5 Acechantes Nocturnos Excavadores, Especial Armas de mano envenenadas. 85 points
  • MPl – 15 Monges de Plaga, Especial Grupo de mando completo. Estandarte del Odio. Arma de mano adicional. 170 points
  • J – 6 Mosquetes Jezzail, Especial 120 points
  • RO – 3 Ratas Ogro, Especial 3 packs=3 ratas ogro+3señores de las bestias 150 points
  • CDf – Cañón de Disformidad, Singular 100 points
  • P – 5 Portadores de Incensario de Plaga, Singular 85 points

Total: 2000 points

Despliegue

Como de costumbre, a pesar de ser el primero en desplegar, mi mayor número de unidades me proporcionó la ventaja de poder ver donde colocaba unidades clave mi rival para intentar contrarrestarlas. Concretamente, mi obsesión eran los Caballeros Elegidos de Khorne, por su velocidad y su enorme capacidad destructora. Solamente había dos unidadesen todo mi ejército capaces de lidiar con esa amenaza, y un error de despliegue podía costarme caro.

Me costó, puesto que mi rival se resistió a colocar su caballería pesada, pero finalmente pude colocar tanto el Cañón de Disformidad como la unidad de Monjes de Plaga con el Sacerdote para interceptarla. Por el centro, sus dos bloques de Guerreros del Caos y de Desangradores me inquietaban sobremanera, especialmente si conseguía apoyarlos con los Estrujasangres. Coloqué la unidad de Ratas Gigantes en frente de los Mastines de Khorne, esperando que sus filas pudieran derrotar a los demonios.

Finalmente, opté por desplegar mis Acechantes Nocturnos como exploradores detrás de la colina, con la esperanza de ganar la espalda al enemigo para impedirle los movimientos de marcha.

Mi rival ganó la tirada y decidió empezar el primer turno.

Turno 1 – Hordas del Caos de Khorne

El turno del Caos empezó más o menos como me esperaba, con un montón de unidades muy letales acercándose a mi lado de la mesa con muy malas intenciones y mucho más rápidamente de lo deseable.

En el flanco derecho, los Mastines de Khorne avanzaron a toda velocidad modificando su formación sobre la marcha, mientras los cercanos Estrujasangres se cubrían el flanco con la colina. Por el centro, los Guerreros del Caos y los Desangradores avanzavan amenazadores mientras las Furias les cubrían la retaguardia.

El flanco izquierdo lo ocuparon los Caballeros Elegidos seguidos por el Carro y los Jinetes Bárbaros. En mi opinión, Francesc intentó adaptarse a un mal despliegue, y muy astutamente no vaciló con los Caballeros cuando la tentación de esperar a los Jinetes debía ser grande. Para mi un acierto, ya que no había mucho sitio para pasar entre los dos cráteres.

Sin magia ni disparos, mi rival me pasó el turno con una sonrisa, sin duda anticipando la carnicería que se avecinaba.

Turno 1 – Skaven

El primer turno skaven no hizo más que aumentar mi preocupación. ¡Ya tenía encima a esos locos salvajes! Y yo con estos pelos… nunca mejor dicho.

Debo confesar que el primer sorprendido fui yo cuando mi unidad de Ratas Gigantes del flanco derecho superó el miedo que le producían los Mastines de Khorne y salió a la carga hacia ellos. ¡Muy bien pequeñas!. La verdad es que no sabía si era una maniobra genial o una imprudencia, pero tenía tantos frentes abiertos que me apeteció dar una oportunidad a los dados. Esa es una parte que me encanta del ejército skaven. No sé exactamente como, pero los diseñadores lograron darles un aire cobarde y a la vez combatibo cuando estan acorralados, tal y como me los imagino. O quizá sea que me gusta usarlos así.

En el mismo flanco, los Excavadores rodearon la unidad de Estrujasangres con una misión muy concreta en mente, y las Ratas Ogro se cubrieron con la colina.

Por el centro, la unidad de mi General volvía a retroceder igual que contra los Ogros (creo que hasta el momento había movido más hacia atrás que hacia adelante), mientras que los nerviosos Guerreros de Clan mantenían la posición para darle una oportunidad al Ingeniero de lanzar algun hechizo útil. Los Esclavos, en cambio, retrocedieron asustados ante la fabulosa estampa del General enemigo flanqueado por sus caballeros de élite.

Y pasamos al flanco derecho. Como os he comentado, tenía muy bien situados al Cañón y a los Monjes de Plaga, pero el movimiento enemigo me permitió darles misiones perfectas a mis unidades de Corredores de Sombras y mis Hordas de Ratas. Los primeros debían atraer al carro enemigo a terreno desfavorable mientras que las segundas podían hacer lo mismo con los Caballeros del Caos mientras cubrían todo el flanco contra la caballería rápida bárbara.

Por suerte mi unidad de Monjes de Plaga pudo mover con normalidad a pesar de llevar el Estandarte del Odio y avanzó firme hacia la caballería enemiga rodeando un enorme cráter por donde se colaron los Portadores de Incensario.

Con todo en posición, pasamos a la fase de magia. O podría llamarse la fase de casi sin magia, por que mi rival tenía más dados de dispersión que yo de energía. Consciente de que era absolutamente imprescindible que lograra activar los Brazaletes del Poder que llevaba el Sacerdote de Plaga al final de la fase, el Ingeniero que acompañaba a los Esclavos ingirió un poco de piedra bruja para lanzar un potente Rayo de Disformidad a los Caballeros Elegidos, que Francesc dispersó. El segundo hechizo también fue dispersado, pero eso lo dejó sin dados. El Espíritu de las Tormentas que llevaba el segundo ingeniero logró finalmente lanzar un Rayo de Disformidad, matando a un Guerrero del Caos y perdiendo su poder para el resto de la batalla. ¡Vaya chufa! Por suerte, logré mi objetivo y mi Sacerdote de Plaga dobló su atributo de Fuerza hasta el inicio de mi siguiente turno.

En la fase de disparo, los Jezzails abatieron a un Estrujasangres con sus disparos de piedra bruja. Y es que otra de las ventajas del ejército skaven es la cantidad de armas que se consideran mágicas de que dispone. Ante unidades como los demonios, que disponen de una tirada de salvación especial contra ataques no mágicos (o como las unidades etéreas, por ejemplo), eso es de gran ayuda. Luego me dispuse a freir unos cuantos caballeros y un carro de un cañonazo, pero el frito resulté ser yo al obtener una tirada de problemas y explotar el artefacto. ¡Maldito cacharro!

En la fase de combate, mis Ratas Gigantes pasaron su prueba con nota, puesto que mataron a 3 Mastines de Khorne sin sufrir ninguna baja a cambio y enviaron a las bestias restantes de vuelta a su infierno personal mientras arrasaban tranquilamente. Puse mi mejor cara de «lo tenía todo planeado» y le pasé el turno a mi rival, que no se lo podía creer.

Turno 2 – Hordas del Caos de Khorne

Y aquí empieza el segundo turno de las Hordas del Caos de Khorne, o como a mí me gusta llamarlo cariñosamente el «festival de la furia asesina de esos pavos megalokos».

Y es que , gracias a mis movimientos estratégicos (o casuales, con los skaven nunca se sabe) del turno anterior, la unidad de los Caballeros Elegidos del Caos se vio obligada a cargar junto con su General y fijó su mirada en los igualmente zumbados Monjes de Plaga. Más divertido (para mí) fue que el Carro del Caos tuviera que cargar a los Corredores de Sombras a través de terreno difícil, causándose 2 heridas en el proceso (los carros que se ven obligados a moverse por terreno difícil sufren 1d6 impactos de F6 cada vez que lo hacen). Juas, juas, juas… Los Estrujasangres supervivientes cargaron a mis Ratas Ogro y, para mi sorpresa, las Furias cargaron desde la otra punta a mis Acechantes Nocturnos. Todo tal y como esperaba excepto esa última carga de las Furias, que no vi venir. Es lo que tiene la furia asesina, te vuelve previsible.

En el flanco izquierdo, los Bárbaros a caballo siguieron a los Elegidos y se posicionaron muy bien para apoyarlos, sin dar el flanco a las Hordas de Ratas. Por su parte, los Guerreros del Caos y los Desangradores apretaron el paso hacia la unidad de mi general, ahora que mis Acechantes estaban en combate y no podían impedirlo. Grrrr… Mi astuto plan al garete. ¡Malditas Furias!.

Lo bueno de un ejército de Khorne es que por mucho tiempo que pase pensando los movimientos, suele recuperarlo en la fase de magia y de disparo…Hehehe.

En la fase de combate, primero resolvimos el de las Furias, que fallaron estrepitosamente y tan solo mataron a uno de mis chicos. Mis ratas, en cambio, acabaron con 4 diablesas con sus armas envenenadas con piedra bruja, enviando a la quinta de vuelta a la disformidad y arrasando. ¡Toma ya!

Siguiendo con una espectacular racha de malas tiradas, entre los dos Estrujasangre tan solo pudieron herir 2 veces a mis ratas mutadas, mientras que entre los ataques de las bestias y de sus señores eliminé a otro Desangrador y su montura. Las cosas mejoraron un poco para los khornitas cuando su carro atropelló sin piedad a mis aprendices del clan eshin que intentaban repelerlo con sus inofensivas estrellitas y consiguió salir del cráter con el carro todavía entero. ¡Menuda exhibición de pilotaje!

Y finalmente pasamos al combate principal. El General enemigo lanzó un desafío esperando que mi Sacerdote de Plaga dopado respondiera, pero yo tenía otros planes y acepté con el campeón de la unidad de Monjes. Mientras Francesc contaba una ingente cantidad de dados para atacarme, le expliqué que mi héroe disponía de un arma con la regla «siempre ataca primero», y sin más dilación procedí a machacar Caballeros Elegidos de Khorne con mucho ahínco. Cuatro terribles tajos de F8 y odio después, la unidad de élite se había visto reducida al campeón y las cosas ya no pintaban tan bien para el Dios de los cráneos. Su General machacó vilmente a mi campeón, y el último caballero mató a otro Monje de Plaga, pero para su vergüenza eterna luego murió a manos de la última rata que tenía derecho a ataque.

Ahora sí, creo que mi rival estaba en shock. Su megaunidad de élite con el General había sucumbido y se las había ingeniado para perder el combate por 3 puntos. Sinceramente, no me extrañó nada que el Señor del Caos, liberado ya de de su locura a base de unas buenas hostias, saliera por patas de allí. Mis furiosas tropas, por su parte, se abalanzaron sobre la desprevenida unidad de Jinetes Bárbaros, distraídos como estaban viendo a su General pasar por su lado en dirección contraria.

Las cosas se ponían feas para Khorne.

Turno 2 – Skaven

Mi segundo turno empezó declarando una serie de cargas, algunas astutas y otras no tanto. La primera que hice fue la de las Hordas de Ratas contra el Señor del Caos que huía. Yo sabía que era imposible que llegaran, pero con un poco de suerte lo acercaría al borde de la mesa y si no se reagrupaba el siguiente turno podía abandonar el tablero. Seguidamente, los Portadores de Incensario cargaron a los Jinetes Bárbaros compelidos por su irrefrenable sed de sangre.

Finalmente, decidí sacrificar a mis Acechantes Nocturnos cargando a la unidad de Desangradores por la espalda. Era una opción arriesgada, puesto que debía superar un chequeo de miedo con su liderazgo 7, pero en caso de superarlo era la treta final que decidiría la batalla. Pensadlo un momento. Ahora mismo mi rival solamente cuenta con sus dos unidades de infantería, pero son unidades realmente poderosas que me pueden destrozar si llegan a trabarse con mi débil centro. Cargando a una de ellas por la espalda consigo desincronizar su ataque definitivamente. En caso de que gane yo, los Desangradores no van a poder avanzar al lado de los Guerreros del Caos. En caso de que pierda, debido a su furia asesina, van a tener que girarse y perseguirme. En caso de ser masacrado, van a tener que girarse y arrasar. Eso, queridos lectores, es lo que yo llamo un win-win de manual. Mis tropas Eshin pasaron su chequeo de miedo y cargaron hacia una muerte segura para mayor gloria de la gran Rata Cornuda.

Tras las cargas, todo mi centro de batalla retrocedió ligeramente, mientras las Ratas Gigantes del flanco, animadas por su victória el turno anterior, rodeaban la colina para volverse a incorporar al combate lo antes posible. Finalmente cometí uno de mis mayores errores de la partida avanzando a todo trapo la Picadora de la Condenación y colocándola para «redirijir» a los Guerreros del Caos, como podreis ver en el siguiente turno de mi rival.

En la fase de magia, a pesar de haber perdido el dado de dispersión que le proporcionaban los Caballeros Elegidos y su marca de Khorne, Francesc todavía disponía de 6 dados (se ve que su general, a pesar de estar huyendo, genera dados de dispersión). Pero todo eso resultó irrelevante, puesto que sufrí una disfunción mágica que me obligó a acabar la fase en ese mismo momento.

En la fase de disparo, la amerratadora dio buena cuenta del Carro del Caos, sin duda porque la pobre máquina ya estaba muy dañada por su periplo por el cráter. Por su parte, los Mosquetes Jezzail dispararon al combate en marcha entre las Ratas Ogro y el último Estrujasangre, matando una rata mutada en el proceso y barriendo del mapa al Aplastacráneos y su jinete.

Los Portadores de Incensario junto con sus colegas Monjes machacaron a la unidad de bárbaros y arrasaron, quedando la unidad de infantería empantanada en medio del cráter. Les iba a ser complicado el salir de allí. Por su parte, los Acechantes Nocturnos mataron a dos Desangradores con sus armas envenenadas pero los diablos restantes les rebanaron el pescuezo sin piedad. La furia desatada, tal i como mi mente enferma había previsto, provocó que la unidad arrasara hacia su propio borde del campo de batalla, abandonando a los Guerreros del Caos a su suerte.

Con muy buenas sensaciones, pasé el turno a mi rival.

Turno 3 – Hordas del Caos de Khorne

El tercer turno khornita empezó con la carga de los Guerreros del Caos a mi Picadora «redirectora». Y lo pongo entre comillas por que se me olvió completamente que las tropas hostigadoras como ella no sirven para redirijir, puesto que son ellas las que se encaran con el rival en caso de carga. Por lo tanto, una vez más, había hecho el canelo.

El General del Caos se reagrupó sin problemas dispuesto a vengar a su caballería caída, mientras que los Desangradores finalmente se dieron cuenta de que iban en dirección contraria y se giraron buscando más carnaza.

Sin magia ni disparo, el turno de mi rival acabó con los Guerreros del Caos apalizando a la dotación de la Picadora y arrasando alegremente hacia la unidad de mi acojonado General.

Turno 3 – Skaven

El turno me llegó lleno de optimismo por el resultado de la partida. Solamente quedaban 3 unidades del Caos, y parecían suficientemente separadas entre si como para que mis ratitas se encargaran de ellas una por una.

En el flanco izquierdo, el General enemigo que se había reagrupado estaba dentro del alcance de los Incensarios de Plaga, que presos de la locura cargaron contra él y su montura. Las cercanas Hordas de Ratas no quisieron cargar y simplemente se quedaron cerca, mientras que los Monjes de Plaga seguían intentando abandonar el maldito cráter.

Luego pasamos a uno de los momentos claves de la partida. Resulta que mis Ratas Ogro, también con furia asesina, estaban exactamente a 30 cm de la unidad de Desangradores, y cargaron a pesar de las órdenes de no hacerlo que les gritaba mi General. A mi esa carga me daba muy mala espina, pero no podía quejarme mucho con lo que había abusado de mi rival en ese aspecto. Que la furia asesina me perjudicara ahora a mi no carecía de cierta justicia poética.

Las Ratas Gigantes siguieron intentando reincorporarse a la partida, y finalmente cometí un fallo garrafal con el movimiento de mi unidad de Alimañas con mi Señor de la Guerra en palanquín y lo encaré hacia la izquierda por si tras el combate necesitara que mis Guerreros de Clan intervinieran cargando por el flanco. Todo muy bonito en el papel, pero una auténtica catástrofe en realidad, como vereis.

En la fase de magia, conseguí colar un Rayo de Disformidad que vaporizó a un Guerrero del Caos. Luego, en la fase de disparo, conseguí que tres más mordieran el polvo entre los disparos de mi amerratadora y mis Jezzails.

Por lo que respecta al combate, mis Portadores de Incensario tan solo pudieron causarle una herida al Señor del Caos mientras que él mató a cuatro de ellos, quitándole de golpe la tontería asesina al último, que abandonó el campo de batalla para no volver. Como su General ya no estaba poseído por la locura, pudo mantener la posición esperando alejarse de mi Sacerdote en el turno siguiente.

El segundo combate resultó ser el desastre que esperaba, puesto que mis Ratas Ogro casi no hicieron mella en las apretadas filas de demonios y acabaron perdiendo el combate y huyendo. Con una espectacular persecución, los Desangradores atraparon a las ratas mutantes y, para mi desgracia, se colocaron en una posición perfecta para cargar contra la unidad de mi General por el flanco en su turno. Solo entonces comprendí el alcance del mal movimiento que había realizado con mis Alimañas y un sudor frío empezó a correr por mi espalda…

Turno 4 – Hordas del Caos de Khorne

¡Por fin había llegado su oportunidad! Había sido duro. Y humillante. Las tropas del Caos habían caído como trigo listo para la cosecha ante las tretas de esas malditas ratas. Pero finalmente, con un sonoro «Sangre para el Dios de la Sangre», el Heraldo de Khorne que lideraba la unidad de Desangradores se abalanzó sobre el desprotegido flanco de los guerreros Alimaña seguido por sus Hordas Infernales, dispuesto a pasar cuentas de una vez por todas.

La unidad de Guerreros del Caos cargó sin dudarlo a la unidad de mi Señor de la Guerra por el frente para apoyar a los Desangradores. Por último, su Señor del Caos se alejó de mis Hordas de Ratas y del Sacerdote de Plaga que lo perseguía desde el inicio de la partida.

En la fase de combate, mi rival se desesperó, puesto que tras los ataques de su Heraldo, sus demonios y sus mortales adoradores de Khorne, solamente dos guerreros skavens yacían en el barro mientras que mi General junto con los ataques de las ratas que lo llevaban a hombros mató a tres Guerreros del Caos. Ambos nerviosos, contamos con cuidado el resultado del combate y, lamentablemente, los skavens perdíamos por un solo punto. Aterrorizado, acaricié los dados esperando sacar el seis que no me merecía por mi ineptitud, pero no salió.

Mi Señor de la Guerra huyó a toda prisa apartando de su camino a sus subordinados seguido de cerca tanto por los humanos como por los demonios del Caos. En su persecución, los Guerreros del Caos toparon con la pobre Amerratadora, que sorprendida no pudo aguantar y disparar. Por suerte, todas mis unidades pasaron los chequeos de pánico correspondientes. La verdad es que podría haber sido mucho peor.

Mi rival me pasó el turno con una mirada de satisfacción, como retándome a que arreglara el desaguisado.

Turno 4 – Skaven

Este turno iba a ser clave si no quería que me arrancaran la victoria de entre los dedos. Conservador, no declaré ninguna carga puesto que mi prioridad era alejar a los personajes del peligro. Así que pasamos directamente a ver si mi General y su escolta se reagrupaban.

¡Salvado! Mathy Cloaca no pensaba abandonar tan pronto a sus congéneres. Almenos no mientra hubiera esclavos que poner delante de esos fanáticos. La unidad de Alimañas se reagrupó y procedí a mover el resto de mis ratas.

En el flanco izquierdo, mi unidad de Monjes de Plaga abandonó por fin el terreno difícil y se acercó al Señor del Caos cobardica, mientras las Hordas de Ratas intentaban cortarle el paso. Viendo que quizá se me escapaba, mis Ratas Gigantes se movieron para ponerle las cosas aún más difíciles.

En el centro, mis Guerreros de Clan maniobraron para encarar a los Desangradores lejos de los Alimañas en el probable caso de perder el combate, y el Ingeniero Brujo que los lideraba abandonó la unidad y se acercó a los Jezzails.

En la fase de magia, ambos magos lanzaron una tormenta mágica sobre los Desangradores que junto a los daños provocados por los Jezzails en la fase de disparo, dejaron tan solo a 7 de ellos con vida.

Por lo que respecta al combate, la tripulación de la Amerratadora no tuvo la más mínima oportunidad contra la infantería de élite humana y los Guerreros del Caos arrasaron hasta la unidad de esclavos.

Parecía que de momento los skavens habíamos parado el golpe, pero el resultado de la batalla estaba más abierto que nunca.

Turno 5 – Hordas del Caos de Khorne

El turno empezó con los Desangradores liderados por el Heraldo de Khorne cargando a mi unidad de Guerreros de Clan. El único otro movimiento que realizó Francesc fue el de apartar a su Señor del Caos de la vista de los Monjes de Plaga. Un gran movimiento teniendo en cuenta el valor extra que el escenario daba por su cabeza. En este momento me arrepentí un poco de no haber inmobilizado a su Comandante con mis Hordas de Ratas indesmoralizables. Pero es que hay que tener mucho cuidado con eso, puesto que como son realmente débiles en combate, a menudo las heridas que les causan pueden hacer huir a las unidades que pelean junto a ellas.

Finalmente, tras mucho intentarlo, los Desangradores y su líder consiguieron hacer una verdadera demostración de su inigualable pericia marcial y, a pesar de contar yo con 3 filas, potencia y estandarte, mataron a tantos de mis guerreros que el resto tiró la toalla y huyó del campo de batalla. Obligados a arrasar (aunque creo que en este caso un poco aliviados, viendo a mi unidad de Alimañas por allí cerca), los Desangradores también salieron por el borde, pero ellos si que iban a volver.

El combate entre los ya muy mermados Guerreros del Caos y mis esclavos me deparó una sorpresa agradable. Con todos sus ataques los adoradores de Khorne eliminaron a tres de mis esclavos e hirieron a mi Ingeniero Brujo, daños del todo insuficientes para provocar la estampida de la unidad. ¿Os he dicho ya cuanto amo a esos desgraciados peludos?

Mi rival, decepcionado por como el empuje del Caos parecía ir perdiendo ímpetu, me pasó el turno.

Turno 5 – Skaven

Sin ninguna posibilidad de cargar a nadie, en el flanco izquierdo mis Monjes de Plaga se volvieron a encarar al General enemigo apoyados por las Hordas de Ratas y la unidad de Alimañas se encaró hacia el borde del campo de batalla por donde aparecerían los Desangradores.

La fase de magia fue irrelevante, puesto que con un mago en combate que no puede lanzar proyectiles mágicos, el del segundo Ingeniero pudo ser dispersado con tranquilidad. Tras esta decepción, los Jezzails mataron a un Guerrero del Caos de un tiro en la cabeza y pasamos al combate.

Entre los tres Guerreros del Caos que quedaban consiguieron la hazaña de matar a un esclavo y, desmoralizados, perdieron la furia asesina, aunque se mantuvieron en combate.

Le pasé el último turno a mi rival muy contento por como habían ido las cosas al final. Por un momento, me creí acabado, pero las actuaciones de mi General y de los Esclavos, junto con algunas malas tiradas por parte de Francesc me devolvieron la iniciativa cuando más lo necesitaba.

Turn 6 – Hordas del Caos de Khorne

Los Desangradores salieron del campo de batalla con muy pocas ganas de enfrentarse a mi Señor de la Guerra que quería recuperar su estandarte preferido, por lo que se alejaron de él el máximo que pudieron. El Señor del Caos, siguió con la danza especial que se estaba marcando con mis Monjes de Plaga y los Guerreros del Caos estaban en combate.

Respecto a ese combate, los Guerreros del Caos mataron a un solo Esclavo pero siguieron manteniendo su formación cerrada rodeados por una masa de enfurecidos roedores.

Y así llegamos al último turno skaven.

Turno 6 – Skaven

En mi último turno, mi Señor de la Guerra y sus Alimañas intentaron cargar contra la debilitada unidad de Desangradores pero se encontraban fuera de alcance.

La fase de magia volvió a ser decepcionante al tener un mago en combate, pero los Mosquetes Jezzail me dieron una alegría al acabar con uno de los tres Guerreros del Caos que luchaban por sobrevivir ante el asalto de los Esclavos. Que murieran un par de Esclavos en el proceso no mereció ni siquiera un pensamiento fugaz.

El hecho de haber perdidoen la ronda anterior el combate contra mis Esclavos fue muy determinante por dos factores. Primero, los Guerreros de Khorne habían perdido su estado de furia asesina, por lo que al perder más del 25% de su unidad se vieron obligados a pasar un chequeo de pánico que fallaron. El segundo es que, al haber ganado la ronda anterior, pude perseguirlos con los Esclavos que se ganaron los galones atrapando a la tan cacareada infantería de élite y reduciéndola a un mero recuerdo.

Lejos de poder dar alcance al General enemigo, el Sacerdote de Plaga y sus Monjes creo que a dia de hoy aún lo están buscando.

Y hasta aquí llegó nuestro enfrentamiento. Mucha tensión y mucha furia que dieron como resultado mucha diversión.

RESULTADO: Hordas del Caos de Khorne 4- Skavens 16.

Victoria Decisiva para los Skavens. En cuanto al escenario, ambos ganamos 150 puntos extra por haber eliminado a un objetivo secundario. Por mi parte, el estandarte de la unidad de Guerreros del Caos, y por la de Francesc, el de mi unidad de Guerreros de Clan.

Comentarios Finales

¡Uf, menuda partida! Cuando parecía que mis ratas tenían controlado el campo de batalla, va y la furia asesina juega por una vez en mi contra y vuelve a meter en juego a los Desangradores haciendo inútil el sacrificio de mis heróicos Acechantes Nocturnos. Por unos momentos vi como todo mi centro de batalla pendía de un hilo muy fino. Por suerte las tiradas de mi rival no estuvieron a la altura en los momentos clave, y eso me permitió rehacerme y contratacar. Eso, y la sobresaliente actuación de los Esclavos. Amo a esos pequeñines…

En cuanto a Francesc, mi rival, solo tengo elogios para él. Un chaval muy joven, muy nuevo en el entorno de sexta edición, pero uno de los mejores generales que he visto en los últimos tiempos. Tenía las cosas muy claras, se conocía las reglas muy bien y actuaba con astucia a la vez que con cordialidad. Me encantaría volver a jugar contra él algun día y verlo en acción comandando un ejército en el que se viera menos obligado por la furia asesina a hacer determinados movimientos. Todo un reto.

Y ahora que hablamos de la furia asesina… Ya habeis visto lo que un general listo le puede hacer a las unidades que la sufren. Y es que la tentación es muy grande, por que ser inmune a psicología y tener un ataque más es una enorme ventaja, pero un ejército completamente sujeto a esa regla es demasiado vulnerable a sus propios instintos homicidas y un oponente de categoría os hara bailar por el campo de batalla como pollos sin cabeza. Espero que este informe de batalla deje claro el concepto.

Igualmente espero que quede claro como los skavens debemos lidiar con unidades tan abrumadoramente superiores a nosotros en combate. Ya habéis visto como unos simples esclavos pueden retener e incluso ganar a unos poderosos Guerreros del Caos si llegan al combate suficientemente debilitados. De igual forma, tretas como la combinación de objetos del Sacerdote de Plaga son estupendas para eliminar esa costosa aunque escasa caballería que abunda en esta edición. Y en caso de necesidad, no dudeis nunca en enviar a la muerte alguna de vuestras unidades para salvar al resto. Al fin y al cabo, hay un montón de ratas en las alcantarillas.

Bueno, hasta aquí el segundo informe de batalla. Para el siguiente, mi némesis… ¡Los odiados Enanos! ¡Hasta pronto!

4 comentarios en «[MDNR] Informe de batalla: Hordas del Caos de Khorne vs Skaven by Mathy»

  1. Con informes como estos dan ganas de probar 6a, el tema de las redirecciones, el baile entre el general de khorne y las ratas, el aprovechamiento de la furia asesina para desbaratar los planes rivales,… Dan una verdadera sensación de juego táctico y de verdadero reto, mas que buscar la mejor combinación estadística de coste efectividad e ir al choque. Al final voy a tener que desempolvar mis viejos imperiales y engañar a algún amigo. Gracias por estos informes que hacen ver el viejo mundo y querer volver.

  2. Muy buenos informes. Ese torneo me parece realmente impresionante. Existe algun grupo de jugadores por los alrededores de barcelona? Hace demasiado tiempo que no tengo una partida de warhammer (sea la edicion que sea :D)

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