[Warhammer] Qué arenoso era mi valle. Pensamientos sobre Khemri tras el III Torneo Corredores de Sombras (WH6+MDNR)

Estuvimos jugando en un polideportivo. Nueve mesas para que rodasen los dados…

Saludos, Señores de la Guerra.

Este Domingo tuvimos el III Torneo Corredores de Sombras en Sant Feliu del Llobregat (Barcelona). Un torneo de Warhammer Sexta Edición usando los Manuscritos de Nuth que se celebró en un pabellón deportivo. 18 generales que dieron lo mejor de sí, no para ganar sino para tener una experiencia memorable. (Por cierto, que sepáis que hemos abierto un grupo de facebook para gente que juega o quiere jugar con MDNR, para poder encontrar jugadores, charlar sobre tácticas, mostrar informes de batalla o lo que se tercie).

Los Skavens de Mathy contra los ogros de Jordán. Próximamente, informe de batalla…

Sobre el torneo en sí…

¡Qué decir! Fue genial, como cada año. Muchos famosos generales que siguen jugando de forma magistral (como Cristian, primer puesto en la clasificación… este año no tuve el placer de jugar contra él), escenarios brutales, escenografía, cargas, dudas («¿pero esto no era así?», «noooo, eso era en séptima»), miles de tiradas de dados, muchos seises, gritos, redirecciones, pasión. Pasión por un juego que algunos siguen diciendo que está muerto. Todo ello aderezado con una organización fantástica, experta y que hasta tenía un «jugador comodín». Gente que vino de Zaragoza, Castellón o Nottingham sólo para echar unas partidas y unas risas (me consta que se lo pasaron bien), y hasta público que vino sólo a saludar (un abrazo a cierto isleño, ¡a ver si pintas y te animas al próximo!). Gente joven, gente que ya no tanto, gente con todo pintado, gente con gris y que seguro que al próximo va a pintar algo (Karcharoth, va por ti, Laura también dice que pintes). Ejércitos tan surrealistas como un pielverde con 42 fanáticos (¡42 fanáticos!) o tan bonitos como un caótico mono-Khorne; tan experimentales como Enanos del Caos o tan clásicos como un imperial con artillería. Se vieron algunas cosas interesantes como Valten, un Hierotitán, la Picadora de Condenación, varios Dientemartirio… pero también ejércitos completamente «estándar».

Mucha barba, pero ninguno de los dos con Enanos… Tsk tsk…

Mi ejército

Tuve tres opciones para asistir al torneo. Quería sí o sí ir completamente pintado, así que la primera opción era ir con un ejército de Hombres Lagarto (como en las otras dos ediciones del torneo), la segunda era usar a Nagash liderando una hueste de Condes Vampiro, y la tercera era (ya que estoy pintando Khemri) alzar mis No Muertos y presentarme con una lista de Reyes Funerarios. Tras mucho pensar opté por la tercera: ¡por algo los estoy pintando este año! Además necesito más rodaje para saber cómo funcionan.

El ejército era el siguiente:

  • General: Rey Funerario con la Destructora de Vidas Eternas y el Pectoral de Shapesh. Es una arma muy cara, pero tenía la impresión de que valía los 70 puntos que costaba. El Pectoral es como una salvación especial de 4+ pero más barata (transfiere heridas a otras miniaturas).
  • Hierofante: Sacerdote con Manto de las Dunas. En contra de lo que mucha gente cree, si metes Arca no tiene por qué ser el hierofante. Decidí meterlo con el Manto para poder ir volando al lugar más seguro, huyendo de posibles amenazas.
  • Sacerdote con Báculo de la plaga (portahechizos de nivel 4 que hace un proyectil mágico a 45cm, 3d6 impactos F2)
  • 11 esqueletos, con armadura ligera, escudo, y músico. (En MDNR pueden llevar escudo)
  • 2 unidades de 16 esqueletos con lanza, ligera, escudo y grupo de mando completo.
  • 3 carros (unidad de apoyo)
  • 5 caballería «pesada» (otra unidad de apoyo)
  • Gólem Escorpión
  • 17 Guardias del Sepulcro con grupo de mando y Estandarte de la Legión No Muerta
  • Hierotitán. Unidad nueva MDNR, es como un Gigante con sólo 3 ataques pero con dos proyectiles mágicos (portahechizos) más la opción de hacer de «canalizador» de magia (los Sacerdotes pueden lanzar hechizos desde el Hierotitán).
  • Arca de las Almas

Mi estrategia básica iba a ser psicología + magia, intentando tener un yunque fuerte mientras el ejército enemigo tuviera que avanzar hacia mí. Creo que hay pocas unidades, pero… a ver qué tal.

Supongo que en otras circunsancias habría sido mejor. La realidad es que de los otros 17 ejércitos había dos complicados (Condes y Reyes) y uno imposible (Khorne). Me tocaron dos de esos tres…

Primera partida: Khorne

Mi primera partida es un escenario que me encanta: hay tres objetivos (uno en cada zona de despliegue, y otro en el centro, formando «diagonal» en el campo de batalla); además de los puntos habituales se suman puntos extra por controlar el objetivo de tu zona de despliegue (+100), del centro (+200) y de la zona de despliegue enemiga (+500), pudiendo ser capturados únicamente por unidades básicas. Teniendo eso en mente desplegué los Sepulcros y las dos de lanceros en el centro, la de arqueros en mi objetivo y los carros y caballería en el flanco que iba a por el objetivo enemigo. ¿Y qué había delante? Un precioso ejército temático de Caos, Khorne. Guerreros de Khorne, Desangradores, Desangradores en Juggernaut, un heraldo demoníaco de Khorne porta de batalla, ¡y hasta un carro de Khorne!

En otras circunstancias habría sido una partida creo que relativamente fácil. «Otras» quiero decir con Lagartos por ejemplo. Porque, vamos a ver: ¿cuáles son los puntos fuertes de los Reyes Funerarios? Pues tener mucha magia, causar miedo. ¿Puntos débiles? Que en combate no destacan y que son lentos.

Ahá.

Punto fuerte, la magia. Contra Khorne, un ejército de 7 dados de dispersión y dos unidades a las que no podía lanzar proyectiles. Bien, pues va a ser que con magia no.

Psicología. El Arca de las Almas y el miedo hacen mucho. Pero las tropas con furia asesina o los demonios (o sea, casi todo) son inmunes a miedo (mientras no pierdan combate) y al arca. Así que esta baza también fuera.

Oh, pero al tener furia asesina puedo torear. Sí, claro, con tropas que mueven 10cm, y que para mover otros 10cm necesitan la magia… que no puedo usar.

Los proyectiles no están mal, pero claro, son arcos de F3 que contra armadura pesada no hacen mucho… Si hubiera tenido un Lanzacráneos aún.

Así que tocaba combate. Esqueletos HA2 F3 contra guerreros del caos y desangradores. Sí, por supuesto…

No hace falta decir que la partida terminó en masacre. Al empezar la partida ya le dije a mi oponente (Francesc) que partía con bastante ventaja y que era el peor emparejamiento que podía tocarme. Creo que el resultado final fue que me MASACRÓ todo el ejército (salvo el Hierofante escondido en un bosque, y el Gólem Escorpión que, para aderezalo, dio problemas y apareció en la otra punta del campo de batalla) y yo sólo terminé con media unidad de bárbaros a caballo.

Viendo simplemente el oponente ya sabía que iba a perder, así que intenté simplemente pasármelo bien. De la partida me quedo con el épico momento final del Rey Funerario con la Destructora enfrentándose él solo a una unidad de Guerreros de Khorne y una de Desangradores, rodeándolo por completo. Pese a matar todo lo que se ponía a su alcance (la Destructora es brutal) los bonificadores estáticos de combate (filas, potencia, estandarte) hicieron que mi Rey terminase implosionando. Esa imagen me la imaginaba como un Rey con los ojos inyectados en odio y frustración pegando tajos a su alrededor con un espadón brillante, gritando con voz sobrenatural mientras el campo se teñía de rojo, con Khorne sonriendo al ver la cantidad de cráneos que iba a recolectar. Esa imagen final para mí vale la pena toda la partida.

Mi oponente además muy majo, pese a ser bastante novato en 6ª (era su tercera partida) supo en general mover muy bien e hizo un ejército que daba gusto.

Segunda partida: Orcos y Goblins

La segunda partida me tocó contra Oriol que llevaba un ejército pielverde bastante estándar, con bastante infantería (orcos negros, orcos, goblins nocturnos), algo de artillería (lanzagoblins, dos lanzapinchoz) y muchos apoyos móviles (cuatro de lobos, dos karros, un Gigante) además de una considerable potencia mágica (chamán nivel 4 y chamán nivel 2). Sin embargo, esos cinco dados de dispersión (y dos pergaminos) no eran suficientes para detener mi torbellino mágico (y mis miedos y terrores). Este escenario, además, daba puntos extras por matar al General y algunos más por ciertas unidades o personajes.

La partida tuvo sus momentos épicos, como un Gigante cargando al Arca de las Almas y saltando arriba y abajo y dejando al Sacerdote hecho puré de hueso mientras unos esqueletos cargaban por el flanco al gigante y, a su vez, unos jinetez de lobo cargaban a los esqueletos. Un combate épico que, por intervención de Morko, terminó a su favor. Mi flanco derecho era suyo.

Sin embargo, en el centro las cosas fueron distintas; mi Rey cargando obtuvo un Golpe Letal contra su General, sus orcos negros fallaron y la unidad terminó huyendo por potencia. Esto provocó pánico en dos unidades cercanas, mientras que el Hierotitán cargaba por el flanco a unos Goblins Nocturnos. Por poco, pero el resultado fue de masacre a mi favor.

Tercera partida: Reyes Funerarios

La tercera me tocó contra Karcharot, uno de los jugadores que habían venido de Villarreal (Castellón). Nada más empezar le dije que jugaba con desventaja (el arca no me servía contra Reyes), pero es que Karcharot me comentó que esa lista de ejército ya la había usado como unas 60 veces (20 torneos). Así que por un lado tenemos un Namarie con 160 puntos menos, y menos de 10 partidas con Reyes Funerarios, y por otro Karcharot con un ejército ajustado a la perfección y que sabía jugar y dominar. El resultado de la partida, salvo desastre con los dados (por su parte) estaba ya decidido. Y, evidentemente, así fue: Karcharot no sólo jugó de forma magistral sino que estuvo dándome consejos durante, antes, y después de la partida. Sin duda fue la partida donde más aprendí, ya que aunque él tuviera un ejército que no encaja con mi «visión» sí que vi algunas cosas que no había pensado (como la unidad de 20 arqueros en línea con príncipe). Además la partida tuvo su momento épico en la que desafié con mi Rey a su Rey; la Destructora destruyó (ejem) su carro y le hizo dos heridas, y él falló; en el siguiente turno estaban los dos Reyes pegándose, el suyo con Mayal de Cráneos, hace dos impactos, dos heridas, intento transferir… ¡y fallan! Así que el Mayal de Cráneos rebotó en la cabeza de mi (maltrecho) Rey… La nube de escarabajos resultante (la Maldición) por poco termina con mi oponente.

Y es que de la partida, me quedo con dos cosas: lo mucho que aprendí y ese desafío, dos Reyes Funerarios luchando por la supremacía de toda una región de Khemri. Al final los miles de años del Rey Karcharot se impusieron al novato Nama-Tuth.

Pensamientos

Hasta ahora simplemente he hecho una crónica de cómo viví el Torneo, pero nada que ver con el título del post (¿verdad?). Ahora viene el meollo 🙂 a ver si había aprendido algo después de los Pensamientos del torneo de Kekolandia…

  • Sobre la magia. Tenía miedo de, al llevar 4 objetos portahechizos + Rey (2 cánticos) + 2 sacerdotes (2 cánticos) + Arca (1 hechizo) abusar de la magia. Ni de coña. De hecho, hasta me olvidé que el Rey podía hacer 2 cánticos por turno. La magia de los Reyes es NECESARIA, nunca es un abuso. La única forma de poder hacer algo es sobrepasando con magia. Karcharoth me dio la clave: si no estás en supremacía mágica, has perdido. Esto lo vi en las dos partidas que perdí, contra Khorne por lógica (mucha dispersión) y contra Reyes porque parte de su táctica fue ir con los Escorpiones hacia mis magos (si aniquilas los magos enemigos pronto, menos dispersión tendrá el oponente). Esto me hace pensar que son necesarias más miniaturas que salgan de debajo (no sólo un Escorpión). En cuanto al Rey, aprendí de Karcharoth que es ideal tenerlo siempre cerca de algo que dispare; esos dos «posibles disparos» son muy útiles.
  • Sobre los apoyos. En esta partida tuve más apoyos (la de jinetes, la pequeña de arqueros), y sin embargo los lancé a por otras tareas. El principal problema es que los apoyos es necesario que sean muy móviles, y la movilidad en el ejército de Reyes, sin los cánticos, es muy baja.
  • Sobre el Arca. En las tres partidas dejé el Arca desprotegida y el oponente fue a por ella. Es… tengo sentimientos encontrados, por una parte me encanta el Arca (miniaturas y reglas), pero por otra son muchos puntos, hipoteco el estilo de juego a proteger el Arca. Que encima puede ser anulada…
  • Sinergia. Esto es lo que vi cuando jugaba Karcharoth. Sí, por supuesto, no es comparable lo que he jugado yo que un jugador «Pro», pero me fijé en detalles; cuando quería colocar algo para que cargase sí o sí, ahí estaba el Rey y el Sacerdote, los dos, listos para intentar hasta 3 veces el movimiento.

Karcharoth me insitió en dos conceptos jugando con Khemri. El primero es «cansino». Hay que ser cansino. Intento tal. No, disperso. Vale, intento tal (lo mismo). No, disperso. Vuelvo a intentarlo. Repetir en lo mismo varias veces. Es como los propios esqueletos: hay 16, mueren 3, pues los levanto de nuevo, vuelve a haber 16, me matan cinco, vale, los levanto de nuevo… Con Reyes hay que jugar de forma cansina. Agotar al otro. El otro concepto que me comentó fue el de paciencia. Es lo más opuesto a Caos. Los Reyes son un ejército en el que tienes que esperar al turno 5 para que pase lo que quieras. (Supongo que contra enanos la cosa será distinta). Hay que ir «preparando el terreno» poco a poco (debilitando lentamente al enemigo, recuperando el tamaño de las unidades) hasta el momento o momentos clave, entonces, y sólo entonces, actuar.

No soy experto en ningún ejército de Warhammer (como mucho lagartos que debo haber jugado… no sé, ¿50? partidas), pero lo que comentan es cierto: jugar con Reyes Funerarios es complicado. Es todo un reto, tienes que tener visión de varios turnos, paciencia, tienes que aprender muy bien la sinergia entre lo que tienes, y especialmente tienes que asegurarte potencia mágica hasta el turno 5 o 6. Si el enemigo te anula la magia pronto, es complicado arañar siqiuera el empate; debes conseguir superioridad mágica lo más pronto posible para permanecer en tu plan de batalla y esperar al momento adecuado. Ya sé que es obvio que no puedes «ir palante y punto» con muchos ejércitos y que debes conseguir atacar cuando te interese, pero hay muchos ejércitos que actúan a corto (Blitzkrieg) como los pieleslverdes, y otros que actúan a largo como Enanos o, sobre todo, Reyes.

Para la próxima partida tengo algunas cosas en mente que quiero probar. No sé si eliminar el Arca de la lista (ya sé que fue mala pata y que me tocasen dos de los tres entre diecisiete «chungos para mí» es mala pata, pero está ahí), o seguir haciendo pruebas. Pero tengo que añadir un cuarto personaje y añadir algo más de potencia de fuego, ya que intentar ganar en combate es… complicado.

Reyes Funerarios 1×1

Voy a dar mis pensamientos sobre cada unidad.

  • Rey Funerario. Me encantó en las tres partidas. Realmente la Destructora de las Vidas Eternas es una de las mejores armas del juego, hace dos bajas por turno sin despeinarse, peta carros, y con el Golpe Letal puede llegar a matar personajes. A mí, que me encantan los Desafíos, es un arma hecha casi a mi medida. La parte mala es que sólo deja 30 puntos para protección, y el Pectoral es un objeto creo que muy bueno. En las tres partidas me encantó cómo actuó mi Rey, realmente épico. No puedo imaginar ningún motivo por el cual querer tener un Sumo Sacerdote Funerario en vez de un Rey, la verdad 😛
  • Sacerdote con Manto de las Dunas. Opino que es la mejor opción para un Hierofante. Tener un mago que puede estar en unidad y, si las cosas se tuercen, salir volando, es fantástico.
  • Sacerdote con Báculo de la plaga. Al estar anclado en el Arca no pudo actuar mucho. El portahechizos parece una tontería pero está muy bien.
  • Arqueros. Por primera vez usé arqueros como apoyo puro (aguantaban combate, pero eran pocos y sin grupo de mando). Aunque hicieron alguna baja, no varía mi punto de vista: son mierders de F3. Es cierto que si pusiera más (por ejemplo línea de 20), 40 disparos por turno ya es bastante como para hacer bajas (y no me lo imagino envenenados con Khalida). Como unidades de apoyo pueden dar el pego, pero entonces son frágiles.
  • Esqueletos con lanza. Sentimientos encontrados. En las partidas terminé usándolos con arma de mano y escudo, por lo que realmente estuve pagando por algo que no usé apenas (la segunda línea). Pero la verdad es que aguantan relativamente bien, y al poderse levantar de nuevo (¿quién va a dispersar levantar cuatro esqueletos cuando puede dispersar un proyectil mágico o el hechizo de mover?) son una molestia constante (y parten de un +4 al combate).
  • Sigo descontento con los carros. No sé qué hacer con los tres carros que me sobran, igual se los regalo a Zeo 😛 Nah, están bien, pero son un apoyo, la misma función que puedan hacer tres carros la pueden hacer cinco jinetes. O sea, morir.
  • La «caballería pesada», en general mal. Contra dotaciones muy bien, pero cargando contra un triste carro de goblins (¡que son putos goblins!) terminaron «petando». Por mucho que tengan F4, la sensación que tuve es de que lo de «pesada» es un chiste, no matan mucho y mueren muy fácilmente. Y, por su coste… bueno, la parte buena es que el coste no fue muy elevado.
  • Guardias del Sepulcro. La verdad es que muy bien, en las dos partidas que perdí fue de lo último en morir, aguantan mucho, hacen sus bajas, y aún en inferioridad sorprenden.
  • Gólem Escorpión. Así como hasta ahora no me habían hecho mucho, en dos de las tres partidas que jugué terminé muy contento con él; ideales para cazar máquinas de guerra, o magos solitarios. Lo malo es que puede pasar lo de la primera partida (aparecer en la otra punta) o no hacer nada, pero terminé contento.
  • Arca de las Almas. Creo que «decepcionante» sería el adjetivo que mejor la describe. Ya sé que el Fulgor no afecta a Khorne ni a otros Reyes Funerarios, pero es que incluso contra Orcos y Goblins no hicieron gran cosa. También veo que es una forma de «forzar guardarse dados». El problema es que me parece que el arca implica protección hacia el arca, que son menos unidades dispuestas a hacer otras cosas. En definitiva, tengo la sensación que el Arca puede estar muy bien o inútil; no es lo mismo encima de una colina y contra Ogros o Imperio, que en llano o contra un ejército inmune a psicología. Esto en una partida amistosa puede estar bien, pero en un torneo es posible que (como me pasó a mí) juegues con 160 puntos menos.
  • Hierotitán. No supe usarlo. Sí, los dos proyectiles mágicos algo hicieron al enemigo, pero en combate apenas hace nada, y el hacer de «canalizador de magia» no supe aprovecharlo. Estoy convencido que con más partidas le encontraría el qué, pero por ahora me parece algo extremadamente caro.

Próximamente…

Hay otro torneo en Noviembre al que me gustaría ir (dependerá de los Family Points), al que iré seguro con Reyes Funerarios. Tengo muy claro que la lista de ejército será distinta, que cambiaré ciertas cosas y sobre todo mi forma de jugar. «A jugar se aprende jugando», obviamente…

No puedo menos que agradecer a mis contrincantes los buenísimos ratos pasados (en especial Karcharoth).

Acerca de Namarie

Multifriki, aficionado al cine, a los cómics y a los wargames, en especial Warhammer (Fantasy). Co-creador de Cargad y creador de los Manuscritos de Nuth.

7 comentarios en «[Warhammer] Qué arenoso era mi valle. Pensamientos sobre Khemri tras el III Torneo Corredores de Sombras (WH6+MDNR)»

  1. Los carros son buenos, muy buenos … pero no sólos. Nececitan ser 3 + personaje si no es tirar puntos. El Arca con cariño y con respeto es una mierda la típica mini bonita de vitrina más vale invertir en lanzacráneos y más esqueletos arqueros los cuales disiento no son nada mierder

  2. Una pequeña duda con todo esto de los manuscritos de nuth el reglamento es el de sexta? o usáis otro?

    Que tanto leer las escaladas y las batallas que haces me ha dado curiosidad todo este proyecto

  3. Muy interesante como vas afilando la lista. Muy buena idea basarte en los consejos de los jugadores más experimentados, pero sin copiarle la lista directamente.

    En mi opinión, y tengo motivos para estar seguro de esto, «copiar listas» no suele funcionar. Es mucho mejor ir deduciéndolo por tí mismo, ir buscando soluciones a los problemas que encuentras durante la batalla. Al final del proceso, se habrán depurado las opciones que son malas de verdad (la caballería «pesada» es un chiste) y centrándote en las buenas (el rey, la magia), y por eso las listas buenas siempre terminan teniendo muchas cosas en común, pero no significa que las hayan copiado.

    Sobre la magia: no tiene que darte miedo abusar de la magia (ni de ninguna otra faceta del juego), y menos aún si es con un ejército que se trata de eso. ¿Con qué vas a matar? ¿Con esqueletos de HA2 a pelo? Este juego se trata de eso: de maximizar tus virtudes y minimizar las del oponente. En mi opinión, no tienes que sentirte «abusón» por intentar jugar bien. Eso sí: esta opción de abusar de un sólo concepto (magia por ejemplo) tiene el problema de que si te encuentras un rival que lo contrarresta perfectamente (Khorne por ejemplo) te sale el tiro por la culata. Otros ejércitos más equilibrados pueden plantar cara de varias maneras, y por eso suelo preferirlos para torneos individuales que no sábes con qué te vas a enfrentar. Pero claro, con Khemry no te queda más remedio que montar una lista muy potente mágicamente.

    Por último, un último consejo: el derrotismo desde el principio («contra este no tengo nada que hacer») no te aporta más que frustración y, si el rival no acompaña, una mala experiencia de juego. Si te ves en emparejamientos realmente desfavorables, aunque sepas que no vas a ganar, siempre está a tu alcance evitar una masacre: busca escenografía protectora, dispersa tus tropas para que al enemigo le sea más difícil alcanzarlas, mueve los personajes de unidad en unidad para que no te los cacen, sacrifica tropas baratas para proteger a las caras… ¡lo que sea! La idea del hierofante volador representa perfectamente lo que digo… y además es muy evocador imaginarse al astuto sacerdote poniéndose a salvo y pensando «bueno, machacad algunos huesos si os place… hay muchos más donde los encontré».

  4. @Hyunckel: Se usa el reglamento de Sexta tal cual, aunque en principio es compatible con el de Séptima sin mayores problemas.

  5. Uaaaaaa Nunca pensé que pudiera haber influido tanto, con una partida.

    La verdad es que pase un finde estupendo de la mejor compañía, mi mejor amigo, mi novia (que santa paciencia tiene, un besito cucho) y una compañía warhammer formidable.

    Da gusto volver al ruedo con torneos como los de antes, donde prima la caballerosidad, el buen rollo y el honor.
    Tenia serias dudas de si volver a jugar me afectaría de forma negativa y ha sido todo lo contrario, me ha renovado fuerzas.

    En cuanto a Nama, creo que fue lo mejor de todo el torneo, aun que pensé que resultaría algo aburrido jugar dos ejércitos iguales, nada mas lejos de la realidad, nos pusimos nostálgicos recordando viejos tiempos.
    Hablando de reglas y mejoras, del verdadero espíritu warhammero y de lo que significa en nuestras vidas.

    Yo que había perdido toda esperanza y con este torneo, la he recuperado

    Tengo que dar gracias a todos por ello, organizadores, participantes, ha nama por el enorme curro con los MdN. Y ha mi amigo Igor y a la santa de mi novia por aguantarme todo el finde

  6. Para los viejomundistas de 6° estos post son una gozada.
    Me encanta la iniciativa de esos torneos de 6° y me sorprende, a la vez que me alegra, que los MDNR esten permitidos.
    Nosotros los usamos para «pachangas» y van de maravilla, pero en un torneo pensaba que crearían autenticas aberraciones culoduras, sobre todo las unidades que vienen de 8° como los aplastacraneos o los pollos del imperio.
    Muchos 6s en tu próximo torneo!

  7. @kanon82: Pero… es que me gusta tanto el Arca… *_*

    @Hyunckel: Son suplementos, puedes usar el reglamento de 6ª o el de 7ª. Creo que la única diferencia a priori es que en algunos casos se menciona la página del reglamento (Catapulta, consulta la página 119 del reglamento), pues es el de 6ª, no sé en qué página estará de 7ª. Es lo único. Incluso está adaptado para formar filas con 4 o 5 😛

    @Dragus: El problema, Dragus, es que si te enfrentas a un ejército que anula tus puntos fuertes (inmune a psicología y mogollón de dados de dispersión), con Reyes poco puedes hacer, te ves superado en combate y movimiento, la magia no puedes hacer nada… puf. Eso sí, intenté darlo todo (al principio veía un resquicio de oportunidad) pero es lo que pasa a veces.

    @Karcharoth: Gracias a vosotros que os pegásteis unos cuantos km para hacer rodar hexaedros con números 😉 Normalmente me lo paso mejor con las derrotas que con las victorias, porque es cuando más aprendo. Pero si encima te enfrentas a alguien que no sólo sabe veinte veces más que tú sobre el ejército y te da consejos, pues oiga, más que agradecido. Si además sumas un épico duelo entre Reyes (lo mejor del torneo, me daba igual el resultado, ¡llego a matarte al Rey con La Maldición y me doy como campeón moral!), pues… ¡que me lo pasé de fruta madre!

    Hay quien se toma Warhammer como partidas de ajedrez. Nosotros los «torneos» de Sexta son más encuentros, donde, sí, claro que hay táctica, pero de nada sirve una batalla si no te lo pasas bien…

    @Digenis_Akritas: Yo también tenía ese miedo. La sensación general que tengo es que todo lo contrario; la gente apenas pone cosas nuevas (algo barato, alguna opción de equipo, pero salvo Ogros y Enanos del Caos poca cosa). Piensa que los añadidos estoy convencido que hay muchos que son más útiles de lo que parecen (dos Hierotitanes en manos de un experto tiene que ser la caña), pero primera que la gente ya lleva cierta inercia de cosas «que funcionan» (¿para qué probar?), segunda que estos torneos (al menos los de aquí) no son torneos-torneos… vale, sí, hay diplomas y emparejamientos y tal, pero lo interesante de verdad es conocer nuevos jugadores, no ganar a toda costa y ya está. Para juego únicamente competitivo hay alternativas mucho más interesantes (Xwing, 9th age). Los MDNR son simplemente para jugar entre colegas, sean conocidos ¡o al azar! 🙂

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