[MDNR] Informe de batalla: Patrulla Marina (AE) vs Skavens by Mathy

Saludos, señores de la guerra.

Os traigo el segundo informe de batalla de Mathy en el torneo de Warhammer Fantasy Battles en Kekolandia Miniatures.

Espero que os guste.

Patrulla Marina de Kuornos Leoralei vs. Horda de Perdición

Overview

Scenario: Romper la línea
Location: Kekolandia, Barcelona
Date played: sábado, 01 de abril de 2017

HORDA DE PERDICIÓN DE MATHY CLOACA vs PATRULLA MARINA DE KUORNOS LEORALEI

Informe de Batalla de Skavens contra Altos Elfos (Patrulla Marina). Batalla a 2000pts. I Torneo MdNR en Kekolandia, Barcelona. Ronda 2. Escenario Romper la línea, del libro de sexta edición, con las siguientes modificaciones:

  1. Los puntos al final de la batalla se cuentan como una batalla campal.
  2. Adicionalmente, cada unidad propia no trabada en combate en la zona de despliegue enemiga al final de la batalla otorgará 150/50 puntos adicionales, dependiendo si la conforman más o menos de la mitad de sus efectivos iniciales.
  3. Finalmente, el jugador cuya zona de despliegue propia no contenga unidades enemigas (aunque sea trabadas) al final de la partida gana 200 puntos adicionales.

El campo de batalla consta de dos colinas (una de ellas con unas ruinas), dos terrenos difíciles que no impiden la visión, un edificio impasable y un bosque.

Patrulla Marina de Kuornos Leoralei

General: David
  • G – Señor de las Nieblas en Grifo, Kuornos Leoralei 402 puntos
  • M – Mago nivel 2, Orlpar Liagwyn 170 puntos
  • N – Noble, Illianaro Gennelis 120 puntos
  • S2 – 7 Sombríos 2, Sombras del Atardecer 105 puntos
  • Arq1 – 10 Arqueros 1, Viento del Norte 120 puntos
  • S1 – 7 Sombríos 1, Sombras del Amanecer 105 puntos
  • Arq2 – 10 Arqueros 2, Viento del Este 120 puntos
  • Arq3 – 10 Arqueros 3, Viento del Oeste 120 puntos
  • A1 – Águila Gigante 1, Landroval 50 puntos
  • A2 – Águila Gigante 2, Gwaihir 50 puntos
  • L1 – Lanzavirotes de Repetición 1, Tempestad 100 puntos
  • L2 – Lanzavirotes de Repetición 2, Tormenta 100 puntos
  • VdM – 27 Guardia del Mar, Voz del Mar 435 puntos
  • Total: 1997 points

Horda de Perdición

General: Mathy
  • G – Jefe de Guerra, Mathy Cloaca 176 puntos
  • P1 – Caudillo, Nesqueek 145 puntos
  • I1 – Ingeniero Brujo 1, Pixie 110 puntos
  • I2 – Ingeniero Brujo 2, Dixie 110 puntos
  • Ali – 18 Guerreros Alimaña, Los Recios 194 puntos
  • Clan – 20 Guerreros Clan, Los Oportunistas 125 puntos
  • Escl – 20 Esclavos, Los Afortunados 40 puntos
  • A – Amerratadora, La Sacaplomo 60 puntos
  • P2 – Picadora de Condenación, La Trinchadora 30 puntos
  • S – 9 Corredores de Sombras, Los Veloces 45 puntos
  • E – 5 Acechantes Nocturnos Excavadores, Los Zapadores 85 puntos
  • RGi – 14 Ratas Gigantes, Los Amos 60 puntos
  • L – 4 Lanzadores de Viento Envenenado, Los Guapos 40 puntos
  • H – 2 Hordas de Ratas, Los Peques 90 puntos
  • J – 3 Mosquetes Jezzail, Los Certeros 60 puntos
  • RO – 3 Ratas Ogro, Los Grandes Amos150 puntos
  • ER – Cañón de Disformidad, El Rayo 100 puntos
  • Abo – Abominación, La Cosa 380 puntos
  • Total: 2000 points

Deployment


Los skavens ganaron la tirada de despliegue e inmediatamente eligieron el lado con la colina, puesto que sabían que se enfrentaban a una auténtica «arrowline» elfa.

El despliegue fue bien, aunque me tocó desplegar primero tengo tantas unidades «prescindibles» que suelo poder ver donde coloca el rival sus unidades clave y puedo reaccionar en consecuencia. Así que no tengo ninguna excusa para los errores que cometí en esta fase, que mi rival supo aprovechar al máximo. Pero no avancemos acontecimientos. En principio, yo estaba contento con mi despliegue. Mis tropas más lentas a la izquierda donde parecía que se encaraban con su general y su megaunidad de guardias del mar. Las más rápidas por la derecha, donde muy astutamente mi rival colocó una unidad de sombríos.

El mago elfo eligió el saber de los cielos y le tocaron los hechizos Segundo Sello de Amul, que permite repetir tiradas y Portento de Far, que permite repetir los «1»en combate. Yo coloqué el marcador de la salida de los excavadores cerca del lanzavirotes más oriental.

La lista de mi rival, Patrulla Marina, tiene una peculiaridad. La lista no tiene ninguna unidad de caballería ni carros, pero si va comandada por un Señor de las Nieblas, como era el caso, justo tras el despliegue, todo su ejército dispone de una fase extra de disparo, en la que no se aplica ningún penalizador y en la que se puede elegir como objetivos a personajes cerca de unidades. La única regla es que antes de disparar una segunda vez contra una unidad en concreto, todas las unidades enemigas deben haber recibido al menos un disparo. Puesto que los skavens tenían más unidades que los elfos, no me preocupaba recibir más de una salva por unidad. Y por suerte, estos disparos no provocan pánico, por lo que tampoco esperaba un gran desastre. ¡Qué equivocado estaba! De un plumazo los elfos acabaron con la amerratadora y la picadora, e infligieron varias heridas a muchas de las unidades. Por ejemplo, ahora solamente quedaba un temblequeante lanzador de viento envenenado. ¡Qué bestia!

Turn 1 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei

Antes de que David empezara su turno, exclamé con voz temblorosa:

-Mi portaestandarte de batalla activa el Estandarte de la Tempestad!.

Este estandarte impide el vuelo en todo el campo de batalla y penaliza con un -2 a los disparos que requieran HP para impactar (los que no lo necesiten, como mi amerratadora, deben sacar 4+ en 1d6 para poder ser activados). Los efectos de este objeto seguirían activos hasta que un contendiente sacase un 1-2 en 1d6 al inicio de su turno, por lo que, con un poco de suerte, me podría proteger más de un turno.

El general alto elfo, viendo que para algunas unidades sería realmente difícil impactar debido a la tormenta, decidió marchar con ambas unidades de sombríos, así como con la guardia del mar que ocupaba el centro. Sus unidades voladoras se arrastraron pesadamente a posiciones un poco mejores y pasamos a la fase de magia, en la cual su mago intentó lanzar segundo sello de amul, pero se lo dispersé.

En la fase de disparo, en el flanco oriental las dos unidades de arqueros y el lanzavirotes se centraron en las ratas ogro, y les causaron cinco heridas, acabando con una e hiriendo de gravedad a otra. En el flanco occidental, los disparos se centraron en mi ya castigada unidad de guerreros alimaña, que contenía a mi general y mi porta de batalla. Al acabar la lluvia de proyectiles, cinco ratas más yacían en el barro, y a Mathy Cloaca le falló el coraje. Se giró hacia sus tropas y dio orden de retirada. Las cosas pintaban muy mal para las ratas ese día…

Turn 1 – Horda de Perdición

Sin posibilidad alguna de cargar, pasé directamente a la tirada más crucial de la partida… el reagrupamiento de la unidad de alimañas con mi general y mi porta de batalla. Esperaba que el pánico que le había embargado el turno anterior solo fuera momentáneo, pero a pesar de contar con un músico no conseguí la tirada suficiente para reagruparlos. Empezaba a verlo todo muy negro…

Ante la visión de la huida de su general, el ejército ratonil avanzó todo lo que pudo hacia el enemigo. Nunca se sabrá si lo hicieron por valentía o por que en realidad querían rendirse, pero el caso es que las distancias se acortaban. Los corredores de sombras se acercaron a los sombríos de la derecha cubriendo el avance de las ratas gigantes, mientras que el solitario lanzador de viento envenenado buscaba un sitio en el que esconderse.

En la fase de magia, el mago alto elfo empezó a leer pergaminos de dispersión como quien lee la carta a los reyes magos y no pude electrocutar a nadie a pesar de que Dixie consumió piedra de disformidad para potenciar el hechizo.

En cuanto al disparo, el cañón de disformidad me dio un alegrón cuando su rayo atravesó con facilidad el campo de batalla e infligió 3 heridas al grifo Azuryz y una a un arquero. Entonces recordamos que debía chequear por la tormenta para poder disparar, hasta que nos dimos cuenta que el porta de batalla había huido a principio de turno y que por lo tanto el sol ya debía brillar sobre las cabezas de los contendientes.

Turn 2 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei


Con la huida del general skaven y de ese maldito estandarte de la tormenta, las cosas se ponían muy de cara para los elfos de la patrulla marina. Ahora sencillamente quedaba acabar el trabajo. Y el primer paso eran las cargas.

En el flanco derecho la unidad de sombríos cargó a los corredores de sombras, mientras que en el izquierdo su unidad gemela cargó a las hordas de ratas que se acercaban demasiado al lanzavirotes. La águilas gigantes, capaces de volar finalmente, adoptaron posiciones de apoyo en los flancos, mientras que el general en grifo se cubría de mi cañón con la colina central.

La fase de magia volvió a ser decepcionante puesto que el segundo sello volvió a ser dispersado.

Una vez puesto en fuga a mi general, la prioridad en la fase de disparo pasó a ser eliminar a las bestias del clan Moulder. Por la derecha, las ratas ogro se quedaron sin señores de las bestias que las orientaran, mientras que a pesar de unas más que decentes tiradas de regeneración, la abominación sufrió 3 heridas. Especialmente letales se mostraron los arcos mágicos del señor de las nieblas y del capitán, ya sin la tormenta para dificultar sus saetazos.

Finalmente el combate no trajo especiales alegrías a los elfos. Por un lado, la unidad de sombríos trabada con las hordas les hizo tres heridas sin sufrir bajas a cambio, en lo que se intuía que iba a ser un largo combate (las hordas son inmunes a la desmoralización), mientras que en el segundo combate, los sombríos realizaron muy malas tiradas y solamente lograron matar a un corredor de sombras y perdieron dos a cambio, lo que les hizo huir hasta el borde del tablero seguidos de cerca por las ratas que no daban crédito a su suerte
.

Turn 2 – Horda de Perdición


Al inicio del turno, mis excavadores hicieron su aparición, y tengo que decir que fue estelar. A estas alturas de la partida, y estamos hablando de que era mi segundo turno, todo hacía pensar que los altos elfos derrotarían a los skavens por masacre, por lo que con el beneplácito de mi rival decreté una carga con ellos de tal forma que, en caso de ganar, arrasaran hacia la unidad de arqueros elfos y se trabaran con ellos, dado que las máquinas de guerra, al igual que los hostigadores, no tienen un encaramiento definido. Y lo comento porque para hacerlo los excavadores, que salieron con un «Hit» en el dado de dispersión, tuvieron que maniobrar al filo de la legalidad para conseguir una posición tan ventajosa. Gracias David por ser tan comprensivo.

Seguidamente las ratas ogro sin señores de las bestias fallaron su chequeo de estupidez y avanzaron perezosamente hacia delante. En la misma fase de movimientos obligatorios, cometí mi segundo gran error de la partida. Decidí jugármela y pivoté la abominación hacia la guardia del mar élfica con la esperanza puesta en su regeneración y en el terror que causaba. Pero su reacción de aguantar y disparar consiguió acabar con ella, y no solo eso… debido a su destrucción, a los guerreros del clan liderados por mi ingeniero brujo les entró el pánico y huyeron tropezándose unos con otros. Ahora no solo tenía una unidad corriendo si no que había perdido uno de mis magos!. Muy desanimado, regresé a la mesa la unidad de corredores de sombras que habían perseguido a los sombríos de la derecha el turno anterior, avancé a medio gas con las ratas gigantes por culpa del águila cercana y maniobré con los esclavos para tener algún objetivo jugoso para el rayo de disformidad de Dixie.

En la fase de magia no logré lanzar conjuro alguno, ya que me lastraba la pérdida de Pixie.

En la fase de disparo, los jezzails no hicieron nada, como en toda la partida. Me preocupaba mucho el águila de la izquierda, puesto que no estaba completamente seguro de que mis guerreros de clan estuvieran fuera de su alcance de carga, por lo que pivoté el cañón de disformidad en su dirección y disparé. Tras una terrible explosión, retiré del tablero los restos del artilugio que había disfuncionado en el peor momento. Las cosas no podian ir peor.

La única alegría del turno me la proporcionaron los excavadores en su combate con la tripulación del lanzavirotes. Los seguidores de élite del clan eshin destrozaron a los tripulantes con sus armas de mano envenenadas y arrasaron hasta la retaguardia de la unidad de arqueros
.

Turn 3 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei


El águila gigante de la izquierda cargó sin dudarlo a mi unidad de guerreros de clan, que siguieron huyendo y por poco no salen del campo de batalla.

Era el tercer turno y había ratas huyendo por todas partes. Tan solo el flanco derecho, donde unos excavadores habían aparecido el turno anterior, parecía resistir moderadamente el implacable embate de las flechas elfas. Así que la unidad de arqueros más occidental pivotó para encararse a esa nueva amenaza mientras el Señor de las Nieblas espoleaba su grifo Azuryz y lo situaba al otro lado de la colina central, justo ante un aterrorizado lanzador de viento envenenado. El águila de la derecha se acercó a los jezzails por detrás de los esclavos de Dixie, mientras que la guardia del mar seguía rodeando la colina con la intención de llegar a mi zona de despliegue y ganar el escenario.

En la fase de magia finalmente el hechicero elfo logró lanzar el segundo sello de amul, que le permitió repetir hasta dos tiradas de dados ese turno, aunque yo hubiese lanzado el portento de far al combate de los arqueros, pero creo que mi rival no se dió ni cuenta de que por primera vez en la partida podia lanzar ese hechizo para algo útil.

En la fase de disparo, todo el flanco izquierdo atacó a los guerreros de clan, pero ni con una repetición de tirada lograron hacer más de cinco heridas, insuficiente para que la unidad no intentara reagruparse al siguiente turno. Los arqueros del centro dispararon a las ratas ogro estúpidas sin causar ni una herida.

En la fase de combate, los sombríos que habían rodeado completamente la última peana de hordas de ratas, la aniquilaron. En el frente oriental, en cambio, las cosas no les fueron tan bien, y los arqueros perdieron a 4 miembros a manos de los excavadores sin causar una sola baja a cambio, por lo que los elfos huyeron y fueron perseguidos y aniquilados. Este hecho causó pánico en la unidad de arqueros del centro, que recogió sus carcajs y puso tierra de por medio.

Turn 3 – Horda de Perdición


Y llegó mi turno tres…

Lo que pasó en este turno solamente tiene una explicación posible… La Gran Rata Cornuda, viendo a sus queridos hijos en peligro, decidió echarles una mano en su hora de mayor necesidad. No se puede explicar de otra manera los sucesos que estáis a punto de leer.

A principio de turno, el lanzador de viento envenenado que ya llevaba un tiempo cubriéndose a la sombra de la colina acabó por darse cuenta de que el general enemigo y su grifo habían aterrizado a poca distancia. Lejos de acobardarse, un maléfico plan empezó a formarse en su mente de roedor (es decir, que pasó su chequeo de terror… con Ld 5!).

No se declararon cargas este turno, puesto que lo único que tenia rivales a la distáncia apropiada, las ratas ogro, seguian confusas sin sus criadores. Y entonces llegó el momento de la verdad. Mi unidad de guerreros de clan aún podía reagruparse pese a los esfuerzos de mi rival. Necesitaba un 6 o menos en 2d6. lancé los dados y… un 2 y un 4…Pixie lo había conseguido! Negándose a seguir el camino de su general Mathy Cloaca, Pixie hizo acopio de toda la voluntad que le quedaba y con un grito ensordecedor, ordenó a su unidad que volviera a la carnicería que habían dejado atrás. Reluctantes, los hombres-rata dieron media vuelta solo para ver al altivo general enemigo, montado en una bestia mágica enorme, apuntarles otra vez con su terrible arco mágico. Todo lo que pudo hacer Pixie en ese momento fue rezar…

El resto de movimientos consistieron en dar media vuelta a los esclavos y avanzar con las ratas gigantes y los excavadores. Me avergüenza un poco confesar que me olvidé por completo de mis corredores de sombras, pero es que tenía la mente ocupada urdiendo una argucia ratonil…

Encaré mi fase de magia un poco más animado por las dos increíbles tiradas que acababa de realizar, pero con mucho trabajo por delante. Mi prioridad era acabar con el señor de las nieblas, Pero para ello debía superar la dispersión elfa, y son muy buenos en ello. Por lo tanto Dixie lanzó un rayo de disformidad a toda potencia contra el águila que amenazaba a mis jezzails a ver si David picaba y lo dispersaba. Pero evidentemente no conseguí engañarle aunque, eso si, mi rayo destrozó a ese pollo venido a más. Entonces, un poco desesperado, Pixie decidió consumir su reserva personal de piedra bruja mientras recitaba mentalmente la Letanía de la Gran Cornuda. No es que fuera especialmente creyente, pero con la que se le venía encima, buscaba encontrar ventaja allá donde pudiera. Lancé mis cuatro dados y… 13! Fuerza Irresistible! El número sagrado de los skavens! Un poderoso rayo de energía salió del arma envuelta en cables del ingeniero e impactó de lleno en el jinete elfo y su bestia, matando al animal al instante e infligiendo dos heridas al señor. La cara de mi rival era un poema, y eso que al menos superó una tirada de salvación por armadura y su general seguía vivo.

Y entonces llegó la fase de disparo. Mi lanzador de viento envenenado se encontraba en una posición envidiable. Era el último superviviente de su unidad, y ahora si, viendo la cantidad aberrante de suerte que había tenido a lo largo del turno, me permití un resquicio de esperanza, no ya para ganar la partida, símplemente la suficiente para desear que el carisma reinara en la tierra y yo pudiera hacer este informe con una sonrisa en los labios. Así que mi ratita le lanzó su esfera llena de gas venenoso a su general. Impactaba a 5+, puesto que ahora era una sola miniatura a pie, y saqué el 5. El gas venenoso lo mataría (no permite tirada de salvación por armadura) con un resultado de 5+. ¿Y, sabeis qué? Que lo saqué. ¡¡¡¡CATAPÚN!!!! Sin poder reprimirme, grité de alegría, demostrando una vez más que no soy muy buen ganador. Entre risas le expliqué a David que, en realidad, lo que me tenía muerto de miedo era la posibilidad de fallar… ¡porque era demasiado èpico como para no conseguirlo!. Sabía que DEBÍA sacar esa tirada, que la historia tenía que acabar así, por que lo que había pasado ese turno era lo más sobrenatural que me había pasado nunca en una mesa de warhammer, y que un juego pueda sorprenderte después de jugar a él 20 años es la justificación definitiva para todo el tiempo, dinero y esfuerzo que le has dedicado. Por que estas cosas, estos recuerdos en definitiva, son los que me llevan de vuelta a las mesas una y otra vez, y atesoro cada uno de ellos como si de preciosas gemas se tratara.

En esta ronda no hubo combate cuerpo a cuerpo… y no me importó
.

Turn 4 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei


Decididos a vengar la muerte de su general, las tropas élficas que veían peligrar su plácida victoria emprendieron una serie de movimientos envolventes.

Illianaro Genneris, el capitán de puro corazón abandonó la unidad de la guardia del mar que avanzaba a toda marcha hacia los guerreros de clan, mientras que el águila restante busca una posición segura y los sombríos se acercan a la zona puntuable skaven.

La fase de magia siguió sin traer alegrías a los elfos, que empezaron a mirar con preocupación a su mago, que no parecía capaz de desbaratar los poderosos hechizos de mis ingenieros.

En la fase de disparo, entre el capitán y los sombríos vengaron la muerte del señor de las nieblas matando al lanzador de viento envenenado responsable, y los arqueros causaron una baja a la unidad de excavadores que estaban masacrando el flanco derecho.

No hubo combates.

Turn 4 – Horda de Perdición


El inicio de mi cuarto turno me sorprendió todavía medio adrenalínico por lo que había pasado en el anterior. A estas alturas volvía a creer en la victoria, tanto, que ni tan siquiera me di cuenta de lo mala que había sido la fase de disparo elfa. No solo las bajas estaban causando mella en mi rival, también parecía que estaba perdiendo su «toque» con los dados.

Dispuesto a aprovechar mi recién descubierta invulnerabilidad, los excavadores cargaron a los arqueros elfos que se acababan de reagrupar. Esta vez si me acordé de mover a los corredores de sombras, que se acercaron a la zona de despliegue enemiga con el objetivo de cosechar los puntos extra que daba el escenario. Finalmente, los esclavos liderados por Dixie movieron el máximo posible intuyendo que a su hermano Pixie se le avecinaban problemas en forma de guardia del mar. Los guerreros de clan retrocedieron para ganar algo de tiempo.

En la fase de magia, Pixie intentó conjurar otro rayo, pero esta vez Orlpar Liagwin consiguió dispersarlo. El de Dixie, en cambio, no pudo evitarlo y destrozó a la segunda águila. Finalmente, Pixie invocó por primera vez en la partida los poderes del espíritu de las tormentas y generó un segundo rayo que no causó daños a la unidad de sombríos.

En la fase de disparo los jezzails volvieron a fallar.

El combate entre los excavadores y los arqueros resultó muy igualado ya que sufrieron dos bajas y no devolvieron ninguna, pero ante el vuelco que estaba dando la batalla prefirieron permanecer en sus puestos antes que huir y se prepararon para morir en turnos posteriores.

Turn 5 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei


La batalla se había torcido de mala manera a partir de la muerte del General Leoralei. Pero pensar en él ahora mismo no parecía la mejor manera de encarar los turnos finales. Así que, cogiendo un poco las riendas de la situación, el capitán Gennelis ordenó seguir presionando a los skavens.

Su primera decisión fue que la guardia del mar marchara hasta casi trabarse con mis acorralados guerreros de clan. El capitán sabía de la importancia de ese combate, puesto que decidiría quien tendría el control de mi zona de despliegue al finalizar la partida y el escenario precisamente trataba de eso. La unidad de sombríos se acercó al capitán para darle cobertura y su mago retrocedió por que los malditos excavadores seguían acercándose peligrosamente.

En la fase de magia, el segundo sello de amul fue dispersado de nuevo, al igual que el portento de far dirijido a los arqueros.

Los disparos del lado norte apuntaron esta vez a las estúpidas ratas ogro, puesto que a pesar de su descontrol, se acercaban poco a poco a una posición puntuable. Les causaron 2 heridas dejando sólo a una de esas bestias sobre el tablero. Los disparos de la parte sur apuntaron a la unidad de esclavos que se acercaba a prestar ayuda, y a 3 de ellos les hicieron el favor de acabar con su sufrimiento.

El combate entre los excavadores y los arqueros terminó mal, puesto que los adeptos del clan eshin mataron a 2 tiradores perdiendo un miembro a cambio, por lo que el combate siguió en tablas un turno más
.

Turn 5 – Horda de Perdición


Esos malditos arqueros estaban acabando con mi paciencia. Debía hacer algo al respecto, inmediatamente.

Declaré una carga con las ratas gigantes para apoyar a los excavadores y la última rata ogro siguió vagando sin rumbo por el campo de batalla. Los corredores de sombras llegaron finalmente a la zona de despliegue enemiga y los esclavos se acercaron a apoyar a los guerreros de clan. Pixie, viendo delante de él a un montón de orejotas dispuestos a vengar la muerte de su general, abandonó a los guerreros de clan a su suerte en una clásica maniobra skaven.

En la fase de magia, Orlpar Liagwyn hizo lo que pudo, pero no consiguió evitar que un poderoso rayo de disformidad causara 6 heridas a la unidad de sombríos y dejara en pie tan solo a un valiente, que rehusó abandonar a su capitán.

Los jezzails intentaron alcanzar a Gennelis, pero el héroe elfo era una mota absurdamente pequeña en el cada vez más vacío campo de batalla, y les fue imposible.

En la fase de combate, finalmente entre las ratas gigantes y los acechantes lograron desmoralizar a los arqueros, que huyeron del campo de batalla, no sin antes matar a dos excavadores más, con lo que dejaron a uno solo con vida
.

Turn 6 – Patrulla Marina de Kuornos Leoralei


El último turno élfico empezó con la guardia del mar cargando con todo a unos poco esperanzados guerreros de clan. Tanto el capitán como el último superviviente de la unidad de sombríos, se acercaron al combate.

El segundo sello de amul, como siempre, resultó dispersado por los poderes de los gemelos ratoniles Pixie y Dixie.

Los disparos de la parte sur del tablero no fueron efectivos, pero en el norte, entre la unidad de arqueros y el lanzavirotes consiguieron acabar con la última de mis ratas ogro.

En cuanto al combate, los escudos chocaron, las lanzas bajaron y tras los gritos de dolor y muerte, muchos más skavens que elfos yacían en el barro. Ante tanta destrucción, los guerreros de clan restantes tomaron el camino que su general Mathy Cloaca les había mostrado en el turno 1, y abandonaron el campo de batalla. Lamentablemente, la huida de su unidad causó una honda impresión en Pixie, y presa del pánico, huyó en dirección contraria a la pelea
.

Turn 6 – Horda de Perdición


Era el último turno de la partida, y se me presentaba una decisión trascendental. Estaba muy contento, porque tras lo mal que me iban las cosas en el turno 2, llegar tan lejos con opciones me parecía milagroso, y me puse a evaluar mis opciones.

La guardia del mar, tras derrotar a los guerreros de clan, estaba en una posición perfecta para recibir una carga de mis esclavos por la retaguardia. ¡Justo como nos gusta a los skavens!. El problema era que yo no había equipado a esos miserables para la lucha y, aun anulando el bonificador por filas de los elfos y con el +2 al combate que me daba atacar por la retaguardia, no las tenía todas conmigo. Finalmente, lo que me decidió a realizarla fue el escenario, puesto que si no trababa a su unidad ésta le daria 150 puntos de victoria adicionales e intuía que si conseguia reagrupar a Pixie, podia empatar el resultado de la batalla.

Así que Dixie, al mando de sus desharrapados, ordenó cargar a los elfos… ¡Y al diablo con todo!

Pixie miró incrédulo a su hermano . ¡El muy estúpido se iba a hacer matar! Pues su destino no iba a ser morir en las lejanas tierras de los kekos, no señor. Discretamente, se escurrió lejos de las miradas élficas y partió en busca de ese advenedizo que se hacía llamar general skaven.

El resto de skavens, muy al norte, tomaron posiciones para ver el combate que decidiria el resultado de la batalla.

Con un mago corriendo y el otro en combate, no hubo fase de magia.

Los dos jezzails apuntaron con cuidado al último sombrío superviviente, pero no lograron alcanzarle. Una lástima.

Y finalemnte llegamos al combate. Mis esclavos sorprendieron por la espalda a los elfos, pero ni siquiera eso les ayudó mucho y tan solo mataron a uno de esos orejotas. La guardia del mar, en cambio, disciplinados incluso ante un ataque tan traicionero, formaron en seguida con sus escudos y sus lanzas y consiguieron acabar con 3 esclavos. Nerviosos, mi rival y yo contamos el resultado del combate… ¡y resulta que los elfos habían ganado por 1! ¡Maldición!. Esa carga podía ser mi ruina. Cogí con cuidado dos dados para realizar la última tirada de la partida. Necesitaba un 5 o menos para evitar que mis desechos huyeran. Lancé los dados y…2 y 3. ¡Cinco! ¡Habían resistido!. Evidentemente, ahora los elfos empezarían a rodearme, y a la larga acabarían conmigo, pero de momento al estar trabados no puntuarían, y además mi unidad defendía mi zona por lo que tampoco ganaban 200 pts adicionales. La batalla había terminado, era la hora de contar los puntos…

RESULTADO: Victoria marginal para los Altos Elfos. Eso si, por muy poquito no fue un empate. Si mi jezzail le hubiera dado al sombrío…

CONCLUSIONES FINALES

Uffff, menuda partida. Primero de todo dejadme deciros lo a gusto que jugué contra David, un canario muy amable que vino con el espíritu de pasar un buen rato, cosa que se notaba en como nos tomábamos los vaivenes de la batalla. Muy amable y muy buen jugador. David prácticamente no cometió ningún fallo en toda la partida, conocía mi ejército a la perfección (me dijo que antiguamente coleccionaba skavens) y que, además, fue suficientemente listo como para detectar mi punto débil antes que yo y aprovecharlo al máximo. Mi opinión, a toro pasado, es que quizá se confió un poco al ir ganando de tanto tan pronto (y quién no) y usó sus pergaminos de dispersión demasiado alegremente al principio cuando mis magos lanzaban rayos de bajo nivel. Al final se quedó sin ellos, cuando mis desesperados ingenieros ya arriesgaban y lanzaban auténticos kame-hames letales. Quizá si hubiese sido un poco más conservador con eso le habría ido un poco mejor la batalla.

En cuanto a mi, mis errores en esta batalla fueron varios, como vereis. Tal y como he comentado antes, cargar en mi turno 2 con la herida abominación a su guardia del mar era una acción demasiado arriesgada, puesto que su capitán tenia el arco de ellyrion y con el aguantar y disparar hacía 3 ataques de F5. Si en vez de eso, hubiera movido el monstruo detrás de la colina del centro, podría haber impedido el avance de los elfos por más tiempo, dando a mis unidades un respiro.

Pero el verdadero fallo lo cometí en el despliegue. Veréis, por casualidad David y yo llegamos un poco antes de que abriera la tienda al torneo y nos pusimos a hablar. Resulta que yo tenía curiosidad por la lista de la patrulla marina, y David fue muy amable y me dejó ver su lista entera. ENTERA. Así que cuando estábamos desplegando no puedo decir que me sorprendiera mucho por sus unidades. Yo sabía exactamente como era su ejército, yo gané la tirada para elegir lado y me quedé con la única colina en mi zona de despliegue. Así que no tengo excusa para lo que pasó después. Tenía que haber previsto la posibilidad de que intentara causar pánico a la unidad de mi general. La clave de las gunlines (arrowline en este caso) es eliminar completamente unidades del rival para poder concentrar disparos en las restantes, por lo que con un liderazgo como el mío y dos fases de disparo iniciales, era una muy buena idea intentarlo. Mi deber como general era identificar ese peligro y evitarlo. Y lo habría podido hacer de una forma muy sencilla puesto que tenía la unidad perfecta para apantallar a mis alimañas: los corredores de sombras. Estos rápidos y baratos skaven son hostigadores, por lo que, combinados con el estandarte de la tempestad en el turno 1 tendrían un -3 a ser impactados, y a falta de colinas en el despliegue rival, solamente el general que iba montado en un objetivo grande hubiera podido disparar a la unidad de detrás de ellos. Si, no hay duda de que David me hubiera causado pánico en turnos posteriores, pero al menos mi general habría estado más lejos del borde del tablero cuando sucediera.

Pero a pesar de mis fallos, mi increínble suerte vino a rescatarme en el turno tres y… bien, acabais de leerlo. ya sabeis como acaba. Solo deciros una vez más que esta ha sido probablemente la batalla más espectacular de mi vida y que guardaré su recuerdo mientras viva.

Espero que os haya gustado. En breve, el último informe… ¡Esta vez, elfos oscuros!. ¡Hasta pronto!

5 comentarios en «[MDNR] Informe de batalla: Patrulla Marina (AE) vs Skavens by Mathy»

  1. La verdad es que da gusto ver que se juegan otro tipo de listas como patrulla marina, yo llevo tiempo pensando añadir guardia del mar para poder jugar de vez en cuando con mis asurs como patrulla marina y este informe me ha animado bastante. Ojala hubiera fotos de su ejercito solo por verlo todo pintado, aunque he echado de menos alguna serpiente marina jaja

    Es genial estos torneos, me han dicho que en Junio se va a realizar otro, ojala pueda ir.

  2. Hola Alberto, gracias por tu comentario. La verdad es que a mi también me extrañó la poca presencia de listas alternativas en el torneo, pero yo creo que se debe más al hecho de que la gente hacía mucho tiempo que no jugaba y prefirió venir con listas más conocidas. Espero que el próximo, que como muy bien dices se intentará que sea en junio, la gente se anime a probar más cosas (yo incluido) , ya que creo que precisamente es la gracia de jugar a sexta con MdNR.
    Por lo que respecta a las fotos, me temo que David, que me consta que tiene todo un ejército muy bien pintado, acaba de adquirir los arqueros y la guarida del mar, y todavía no le había dado tiempo a pintarlos. Es por eso que no hay fotos. Pero te prometo incluir fotos en el siguiente informe, que además jugué contra el ejército que ganó la competición en el apartado de mejor pintado.
    Permanece atento!

  3. Hola, Estupenda batalla. Me ha recordado a las mías, desesperadas hasta el último momento. Echo en falta muchas más ratas en tu lista, recuerdo no salir con menos de dos unidades de 25 del clan o de 24 + héroe. Aguantaban bien y se notaban siempre contra elfos esas ratas de más. Es un gusto ver batallas de sexta edición-revisited.
    Un saludo.

  4. @Rafael Glv: Hola Rafael, tienes toda la razón, yo en sexta también solía jugar con muchas más ratas, esclavos y guerreros de clan principalmente. La lista para este torneo estaba un poco condicionada por algunos temas externos. El principal es el coste de la abominación, 380 puntos de pura maldad que restaron muchas ratas al ejército. El tema del pintado también me obligó un poco: por ejemplo, que sólo tengo 3 jezzails pintados o que quería estrenar la unidad de 18 guerreros alimaña que es de las últimas que he acabado.
    Sin duda no se trata de una lista óptima, pero por las alegrías que me ha dado la voy a tener en muy alta estima, te lo aseguro.
    Ya estoy elaborando el siguiente informe. En unos dias publico.
    Hasta pronto!

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